Mougás vende los primeros dos mil kilos de resina de montes comunales

Monica Torres
mónica torres OIA / LA VOZ

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Los responsables del proyecto, autorizado por la Xunta, prevén creación de un centenar de puestos de trabajo en la comarca en un plazo de cuatro años

24 may 2021 . Actualizado a las 17:15 h.

La primera remesa de resina salida de la comunidad de montes de Mougás, en Oia, ya se han vendido. Son unos 2.000 kilos de jugo de pino extraído con un método pionero en ensayo, pero que ya apunta su potencial y el proyecto es fruto de la colaboración del presidente de los comuneros, Venancio Miniño y de José Antonio Rodríguez Puga, pionero de la nueva hornada de resineros. Su trabajo de campo comenzó en el 2014 y en el 2015 se formó en Oia la primera asociación de resineros de Galicia, con Rodríguez Puga en la presidencia. La crisis sanitaria que frustró su proyecto al poco de iniciarse fue la de la enfermedad del nematodo del pino pero, tras un paréntesis en el que no han dejado de mejorar su método y con las correspondientes autorizaciones de la Xunta, han conseguido reformularlo. Sus resultados abren la puerta a una gestión más ecológica y rentable, no solo para los montes sino para la economía global ya que «si se implican otras comunidades, podrían generarse más de 150 nuevos puestos de empleo para resineros a cinco años vista», indica Miniño. Insiste en ser «cauteloso», pero el haber conseguido llegar al arranque de la campaña de resinación en toda España con 2.000 kilos ya en su haber le anima a confirmar los primeros éxitos.

«Trabajando con 2.000 árboles, hemos sacado desde febrero casi 2.000 kilos y esperamos incrementar la recogida hasta los 7 u 8 por ejemplar, aunque este año no nos interesa tanto la rentabilidad como los parámetros de calidad», señala Miniño y destaca que «somos los primeros de Galicia y casi únicos de España en resinar a muerte». Este sistema, autorizado por la Xunta, les permite resinar a los pinos que están a dos años máximo de tener que ser ya cortados siguiendo las directrices del plan de ordenación del monte. «Hemos conseguido un método menos agresivo que el de pica y bote, que produce más y que es mejor, porque evita que se evapore ningún componente del producto, por lo que la calidad no merma», indica el presidente de los comuneros. Su objetivo es conseguir patentar el método más seguro «porque la prioridad es frenar la enfermedad del nematodo y por eso nos parecen bien todos los controles de la Xunta». Este sistema en pruebas ayudaría, a su parecer, a frenar también los contagios «ya que la única fórmula contra el nematodo es la profilaxis y cortar los árboles enfermos». «Solo en Mougás tenemos 500.000 pinos y sería imposible vigilarlos, pero con resineros que actúen como pastores de pinos, porque han de trabajar con cada árbol de manera continuada, no solo se aseguraría ese control sino que se mantendría el monte más limpio y se prevendrían los posibles incendios», explica el ingeniero y presidente de los comuneros. Si consiguen autorización para resinar a vida, considera que la masa forestal, solo de Mougás, sería ya suficiente como para crear casi medio centenar de puestos de trabajo a muy corto plazo.

El precio del kilo de miera, que es la resina en bruto, la venden a entre 0,90 y 1,10 euros. La llevan a una refinería del Barco de Valdeorras, donde se destila y depura para conseguir colofonia y trementina, dos elementos para los que la industria química no ha conseguido sustituto artificial pese a que la demanda mundial sigue en aumento al necesitarse en casi todos los sectores.

José Antonio Rodríguez Puga trabaja y experimenta de lleno con la resina desde hace siete años. «Empezamos co método tradicional, pero ahora pasámonos a unha versión moito menos e invasiva que ademais mellora o rendimento xa que evita que a resina entre en contacto co aire», explica. La experiencia les demostró ya en el 2015 «que había potencial, pero paramos co nematodo». Ahora con un taladro se hace un pequeño implante circular para colocar la bolsa que se cambia cada mes.