Diego, el hijo de Alejandro Gómez, correrá el Cros de Oia en homenaje a su padre, participando con la camiseta que lució en 1979 y con el dorsal número 1
18 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La cuadragésimo cuarta edición del Cros San Miguel de Oia estará cargada mañana de simbolismo. Porque la figura del desaparecido Alejandro Gómez estará muy presente.
No solo porque desde este año la prueba también pasa a tener carácter de memorial en recuerdo del Galgo de Zamáns, y además entregará el primer premio Alejandro Gómez, sino porque su hijo, Diego Gómez, estará en la línea de salida para homenajear a su padre. Lo hará luciendo el dorsal número 1 en la prueba sénior (prevista para las 11 horas) y con la camiseta del San Miguel de Oia, el club con el que comenzó a ganarlo todo, que había lucido su padre en el año 1979. Un cuidado detalle que lleva tiempo preparando con esmero la Sociedad Deportiva San Miguel de Oia que, de la mano de Gilberto Costas, lleva casi medio siglo manteniendo la mítica prueba de cros. En la línea de salida también estarán familiares del atleta fallecido el pasado mes de enero.
Diego Gómez será el más especial del medio millar de atletas que se darán cita en la línea de salida del circuito de San Miguel de Oia que ha sido remodelado y ampliado por parte de la organización, pero en la parte competitiva destaca la presencia de Rui Teixeira, uno de los mejores atletas lusos de campo a través. También estará su compatriota, aunque residente en la comarca de Compostela, Nuno Costa.
En el cuadro femenino destaca la presencia de Uxía Pérez Bugarín, que ganó el Belarmino Alonso el pasado mes de noviembre y que tendrá como grandes rivales a Sandra Mosquera y Leticia Fernández Barbosa. También probará en el cros Susana Rodríguez Gacio, campeona paralímpica de triatlón. Otra de las novedades del Cros San Miguel de Oia será la celebración de una carrera adaptada, que cuenta con una treintena de participantes. En la iniciativa colabora la entidad DisCamino.
Por otra parte, el protocolo covid (1.000 mascarillas, una veintena de geles...) encarece en casi 5.000 euros el presupuesto del evento, que se dispara hasta los 20.000.