Los ladrones son también amantes de los animales. Pero si las mascotas son muy caras, en lugar de comprarlas las roban. Eso fue lo que ocurrió durante la madrugada del pasado 11 de septiembre. Los jóvenes fracturaron la luna del escaparate de una tienda de animales de la avenida de Castelao, en Ponteareas. Sustrajeron un perro de raza carlino valorado en 1.170 euros. Pero querían la parejita y el dueño de la tienda debió pensar que no volverían a entrar. En la madrugada siguiente, nuevamente en el mismo establecimiento, y por el mismo procedimiento sustrajeron otro cachorro de perro pug -el otro nombre que recibe la raza-, que tenía un precio de venta al público de 890 euros.
Uno de los miembros de la banda se había llevado los dos perros a su domicilio de la calle Quintela, en el barrio de Coia, donde guardaban también 29 cajas con teléfonos móviles y cargadores, un proyector de una televisión, una pantalla de ordenador Philips, y una CPU.