Junto a los casos más conocidos o que el paso del tiempo los ha consagrado en el primer plano de la popularidad, otros asuntos menos conocidos también nutren de historia los divinos secretos del camino. La Santa Tegra de A Guarda, por ejemplo, ayudaba y a veces competía con San Telmo en auxilio de náufragos. La Virgen de Grixó de Tomiño es protectora de mancos: El San Román de Redondela libera de tumores y verrugas, compitiendo así con sus dos casi vecinos los Benitos de Lérez y de Moaña, haciéndolo también con niños aquejados del mal del aire. Y en asuntos de piel, ahí está Nuestra Señora de A Xestosa, en tierras de Covelo. As Neves La curación de San Román exige que los niños sean bañados desnudos en el agua de su fuente. La Virgen de Grixó, para conseguir su gracia, recomienda que se pase el pañuelo por el rostro de la Virgen y luego se frote con él el rostro de la persona a sanar. En la Virgen de As Neves de O Viso lo que debe hacerse para merecer la gracia es subir de rodillas hasta la ermita (se supone que en los últimos metros). San Campio de Tomiño Si el San Campio de Tomiño es el mismo del de Entines de Outes, entonces estaría capacitado también para curar el meigallo y/o hechicería: En Entimes el rito consiste en dar siete vueltas alrededor de los cruceros existentes junto a la fuente de la Virgen de Rial y la ermita del santo, beber siete tragos de agua y luego tomar un poco de aceite de la que alumbra al santo. Los pelos negros que se escupan deberán ser quemados a la puerta de la iglesia. No sé el ritual que habría de seguirse con el San Campio de Tomiño.