Más de 30.000 personas, con una creciente presencia de extranjeros, disfrutaron de la fiesta de disfraces
20 ago 2017 . Actualizado a las 01:24 h.El carnaval de verano de Redondela ha cumplido con creces la mayoría de edad y en su vigésimo aniversario se ha internacionalizado. Ría, de Grecia, Agneska, de Polonia, y Joana, de Portugal, desplegaban ayer un cartel que ponía «Redondela» en la entrada de la autopista. «¿Queda muy lejos?», preguntaban las jóvenes que desarrollan un programa europeo de voluntariado en Vigo. «Preferimos ir haciendo autostop porque el autobús vale dinero», señalaban las chicas, ávidas de diversión. Otros extranjeros, como un grupo de estonios, llegaron antes que ellas al evento veraniego que reúne a más personas en la comarca. «Hay más de treinta mil visitantes al centro de Redondela», concluían desde Protección Civil.
Por las calles del centro de Redondela convivían en la tarde del sábado ángeles y demonios, vigilantes de playa y personajes de cuento como Zipi y Zape. «El disfraz traía pelucas pero no las hemos usado porque hace mucho calor», contaban el rubio y el moreno, que se tiñeron su propio pelo engominado. La villa era ayer un espectáculo de color y diversión. Los grupos de amigos tiraban de sus carros de bebida que llevaban en vehículos como una réplica del dragón que simboliza a Redondela, la coca Simona.Por todas las esquinas había dj’s que animaban los pasos de baile mientras en el escenario actuaban diversos pinchas. Hasta que apareció finalmente Georgie Dann, el rey de la fiesta, porque al fin y al cabo «la vida es un carnaval».
Una de las 35 voluntarias del entroido estival ponía de relieve que lo que da más trabajo son los casos de jóvenes que ese pasan con la bebida. «A alguno les pedimos que se identifiquen y no quieren porque son menores de edad». Aunque el Concello ha premiado las barras que no sirven alcohol en la calle, lo cierto es que el consumo de bebidas fue muy alto. Lo confirman en los supermercados. «Hemos vaciado la estantería y la hemos tenido que reponer», aseguraba Rocío Figueroa, de Día. Otros establecimientos hicieron su agosto en una fiesta en la que era fundamental estar hidratado para no sufrir un golpe de calor. A más de 30 grados, Protección Civil bañaba a los asistentes en al zona infantil, los más vulnerables. Y los padres se apuntaban a la ducha con manguera con sus hijos.
Fuertes medidas de seguridad con sacos de tierra para evitar entradas de vehículos
Al lado del edificio principal del Concello de Redondela unos enormes sacos de tierra y varios vehículos de Protección Civil cruzados trataban de blindar el paso de intrusos al recinto festivo. «Las medidas se han tomado después de lo ocurrido en Barcelona», confirmaban fuentes municipales. Todos los jardines de la alameda estaban vallados y para entrar en el recinto del escenario principal, donde tenía lugar la actuación de los grupos musicales y de la estrella invitada habría que pasar estrictos controles.
Diez agentes de seguridad privada contratados por el Concello y media docena de policías vigilaban para que cualquier persona que accediese al espacio acotado no llevase encima envases de cristal ni ningún arma. «Tratamos de controlar las mochilas y bolsos. No se puede entrar ni con un tapón. Pueden meter una botella de plástico pero sin cerrar», explicaban. Los ciudadanos se mostraban dóciles a los requerimientos. El Ayuntamiento desplegó a los agentes municipales disponibles y la Policía también envió efectivos a reforzar la seguridad en una noche en que funcionó con fluidez el transporte público a Vigo.