La cofradía de Redondela atribuye la escasez a la afluencia de agua dulce
30 abr 2024 . Actualizado a las 08:15 h.El frío húmedo corta el cuerpo en la lonja de Redondela. Los compradores aguardan su turno en fila. Las escasas cajas de poliespán muestran sepias moteadas de color pardo. Acaban de sacarlas del fondo de la ría y en la lonja las distribuyen por tamaños. Hoy abundan las pequeñas y medianas. Son los famosos chocos de la ensenada de San Simón, las Sepias officinalis, capaces de las respuestas de camuflaje más dinámicas en el reino animal. Pueden cambiar sus patrones corporales rápidamente porque los cromatóforos de su piel están bajo control neuronal directo. Las hay listadas o moteadas. Las de hoy en la lonja tienen lunares, como si se hubieran puesto un traje de flamenca pardo para la feria de abril.
Las capturas han caído este año un tercio. Hay pocos chocos en Redondela. Severino Casal, pescador y miembro de la directiva de la cofradía, señala que «estamos preocupados porque este año los recursos han bajado mucho, un 30 %. Somos treinta barcos en la cofradía, pero solo salimos al choco dieciocho, los demás van a la almeja o a otras especies de bajura». La cofradía de pescadores San Xoán atribuye la escasez de ejemplares a la mayor afluencia de agua dulce en la ría,
Los números oficiales de la lonja del pósito redondelano avalan la disminución. Se han cogido 15.775 kilos desde enero hasta esta semana. El año pasado fueron 22.400, señala el secretario de la cofradía, Anxo Táboas, que consulta los últimos datos disponibles en su ordenador y que certifican que se han pescado siete toneladas menos de cefalópodos en la ensenada de San Simón. La temporada empezó a principios de año y terminará en junio con pobres resultados en kilos, pero no tan malos económicamente El año pasado, la cofradía facturó hasta estas fechas 163.000 euros y en esta temporada llevan 117.000.
El precio se ha situado a una media de ocho euros por kilo, pero de cara a la fiesta y al final de temporada «va a subir hasta los 10 euros por kilo», auguran los pescadores. El secretario de la cofradía se prodiga y lo mismo pesa los chocos que un lance de xoubiñas cubiertas de hielo picado para que su piel se mantenga tersa.
La escasez de chocos dispara las ansias de los hosteleros y compradores. Una señora ve una caja y quiere llevársela entera. Se la pesan. Son doce kilos. Las capturas escasean este día. Ha habido jornadas mejores, cuenta el secretario de la cofradía.
El pasado lunes se contabilizaron en la lonja 500 kilos de cefalópodo. Está en su mejor momento y la fiesta en su honor atrae a miles de aficionados a este manjar. «No sabe igual el choco de Redondela que el de Canarias, donde hay mucho también», asegura el veterano pescador. Quizá el mas parecido, salvando las distancias, es el de Setúbal, en el estuario de Lisboa, donde también venden los pescadores de Redondela. Los sabe bien Clemente Bastos, antiguo patrón mayor, que ha cambiado las redes por los fogones del bar O tranquilo de Cesantes, un local de referencia.
Desde el Concello de Redondela subrayan que, como el choco de la ensenada, no hay ninguno. Los dueños de afamados restaurantes de Barcelona y Madrid lo saben y los encargan directamente para servirlo a sus clientes. Su genuino sabor «es debido a las praderas de zostera, la hierba que crece alrededor de la isla de San Simón y también en Toralla formando praderas», puntualiza Severino Casal.
La XXXVII Festa do Choco se celebrará en Redondela del 10 al 12 de mayo y está previsto que en ella se consuman unas mil toneladas. En el evento participan una docena de restaurantes y tiendas de productos de alimentación.