Sin sitio para aparcar al lado de casa: el caos diario de los vecinos de una calle de Coia
REDONDELA
La avenida Caldas de Reis, por la que se accede al colegio Cristo da Victoria, se tapona a diario al no tener una salida
30 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Llegar a casa y no tener sitio para aparcar. Es un problema que tienen las familias que viven en la calle Caldas de Reis. Los edificios, construidos hace medio siglo, no cuentan con garajes. El Concello instaló en enero una señal de prohibido aparcar en un lado de la calle para dar prioridad a los vehículos de emergencias. La humanización de la cercana avenida de Redondela también han restado plazas de estacionamiento en superficie en una calle en la que ya eran insuficientes.
La situación se agrava porque esta avenida de Coia no tiene salida. Acaba en el colegio público Cristo da Victoria. A las horas de entrada y salida de las clases, los padres paran unos minutos frente al centro y la avenida se tapona.
A la hora de comer llegan a sus casas muchos trabajadores que tienen la jornada laboral partida y no tienen donde meter el coche. «Es un caos diario. Llegas con el tiempo justo para comer porque tienes que volver por la tarde al trabajo y no tienes dónde dejar el coche. Estás dando vueltas y vueltas y tienes que volver al trabajo sin comer», se queja Gloria Díaz, portavoz de los vecinos de la calle Caldas de Reis. «Si viene una ambulancia a la una y media, no puede dar la vuelta al fondo de la calle, ya no pasa», añade. Señalan que el problema lo tienen a todas las horas del día, porque cada vez hay más familias jóvenes con niños que necesitan utilizar vehículos en su vida diaria.
Los vecinos están cansados de esta situación y demandan al Ayuntamiento una reordenación de los espacios públicos para incrementar el número de plazas de aparcamiento, que les resultan muy necesarias. Las comunidades de propietarios están dispuestas incluso a ceder sus zonas verdes para que puedan crearse aparcamientos, aunque en los planos han visto que hay terrenos que serían de titularidad municipal, extremo que no les han confirmado en el Concello.
46 años reclamando
Gloria Díaz afirma que han reclamado muchas veces al Ayuntamiento y que incluso lo han denunciado ante el Valedor do Pobo. «Es una calle muy estrecha, no tiene salida y tenemos un colegio al fondo. La falta de aparcamiento es el problema principal. Los padres aparcan en la puerta del colegio y ocupando toda la zona. No tenemos vía de escape, es un embudo, no podemos dar la vuelta». Afirma que llevan nada menos que 46 años sufriendo esta situación y ninguno de los gobiernos municipales que se han sucedido durante todo este tiempo lo han podido solucionar. Desde el punto de vista de los vecinos, la solución consistiría en darle salida a la calle y poner más zonas de aparcamiento. «Ya humanizaron la calle Redondela y quitaron muchísimas plazas de aparcamiento y el 17 de enero nos colocaron unas señales de prohibido aparcar. Necesitamos que arreglen esta calle y la doten de todos los servicios necesarios para la ciudadanía para que todos podamos convivir», afirma Gloria.Los vecinos reclaman además que el arreglo de todo el entorno urbano. Al igual que sucede en otras calles de Coia como las de Bueu o Marín, los exteriores de las edificaciones se encuentran en muy mal estado porque nunca han sido objeto de reformas.
Baldosas rotas, barandillas oxidadas, escalones inestables y mobiliario urbano anticuado conforman el paisaje de esta urbanización. Desde la Federación de Vecinos Eduardo Chao, José Costas señala que los problemas de accesibilidad en esta calle son especialmente graves y exigen al Concello que tome medidas «para que los vecinos puedan tener una vida digna como se merecen ya que pagan impuestos como el resto». Valora que los vecinos estén dispuestos a ceder terrenos de zonas verdes para que se unifiquen las aceras y se le de una salida a la calle.