«En el Miño hay una planta peligrosa para los barcos y las personas»
SALVATERRA DE MIÑO
El comandante naval del río, Andrés Díaz-Ripoll, avanza que se testará un sistema para frenar la plaga
30 ago 2024 . Actualizado a las 02:21 h.«Al río Miño no hay que tenerle miedo, pero sí respeto para evitar accidentes», advierte el capitán de corbeta Andrés Díaz-Ripoll. Piloto de helicópteros con veintidós años de una carrera militar en la Armada forjada entre España y Estados Unidos, aterrizó en Tui para asumir el mando de la Comandancia Naval del Miño, la única que está tierra adentro. Tras un año en su primer destino fluvial, el comandante Díaz-Ripoll hace balance y análisis del trabajo y del escenario de su jurisdicción: 77 kilómetros de aguas internacionales sobre los que la Armada Española se ocupa al alimón con la Marina portuguesa desde hace 160 años.
«Este destino fue un giro laboral radical porque hasta llegar a Tui siempre había estado navegando, dedicado a una labor operativa, pilotando helicópteros de la Armada. Aquí se ejerce una labor muy específica, que es la fiscalización del río», explica. Desde tramitar las licencias de caza y pesca a asegurar la navegabilidad del río y el correcto aprovechamiento de los recursos. Sobre la mesa tiene muchos frentes abiertos, como la proliferación de flora invasora que compromete la navegabilidad, pero también la pervivencia de prácticas ilegales que comprometen la diversidad piscícola.
«En la desembocadura del Miño aprehendimos sesenta nasas, pese a que están prohibidas en todo el tramo internacional, que se estaban usando para coger cangrejo y venderlo después a pescaderías de alta mar que se usa como cebo para pulpo y cerca, en la zona conocida como canal del burro, confiscamos tela de angula porque estaba puesta fuera de la temporada de pesca», desvela.
Aguas arriba se toparon con otro negro escenario. «En O Condado descubrimos trasmallos colocados de orilla a orilla. No solo es una práctica ilegal porque esta arte solo está permitido en la pesca desde embarcación y hasta la zona de las pesqueiras, sino porque es muy dañina, atenta contra la biodiversidad del Miño porque no es una arte selectiva y capturan todo», explica. También han practicado incautaciones de trasmallos frente a la zona de Guillarei.
Entre los principales enemigos naturales a combatir, esta la planta invasora. «En el Miño tenemos un campo de egeria o elodea densa que supone un peligro para la navegación pero también para las personas», indica el comandante. Se trata de una planta exótica que se reproduce muy rápido y desplaza a la autóctona. «Están haciendo campos que provocan incidentes con las embarcaciones, porque se están enganchando hélices. También podría suponer un grave problema para las motos o para personas que estén nadando si se enredan», indica Díaz- Ripoll. En la última reunión de la Comisión Internacional del Miño (CPRIM), se abordó esta problemática y ahora las expectativas están puestas en los resultados que arroje la actuación prevista para el mes que viene. «El doctor Pablo Caballero, asesor del CPRIM y jefe del Servicio de Patrimonio Natural en Pontevedra de la Xunta, probará la eficacia de un método para intentar erradicar esta planta invasora cuya proliferación no solo preocupa a los pescadores sino a toda a sociedad», avanzó Andrés Díaz-Ripoll.
Todo ha de pasar por la Comandancia Naval, cuya labor es esencial además en los operativos humanitarios que se desarrollan en el Miño. «Como marinos que somos siempre que haya un barco o una persona en riesgo, vamos a ir a ayudarlos, porque es la Ley del mar», indica el capitán de corbeta. Esos auxilios han sido los momentos más difíciles de sus primeros meses en Tui. « Los más duros, sin duda, el fallecimiento de tres personas, porque a esto nadie se acostumbra. El más satisfactorio, el rescate con la policía marítima, de dos jóvenes a los que una subida del río les cercó en una roca a la altura de Melgaço», recuerda.
Consejos
A caballo entre la época estival y el inicio de la temporada de pesca, el comandante insiste en la importancia de extremar precauciones y no confiarse nunca. «En las pesqueiras, por ejemplo, llevar el chaleco salvavidas puede ser la diferencia entre vivir o morir», recalca. Es un elemento fundamental. «Aconsejo a todos aquellos pecadores, deportistas o incluso bañistas que lleven chaleco, sobre todo en la zona de rápidos, que es desde Salvaterra hacia arriba», dice el comandante. Hay una explicación de peso. «Si una persona cae al agua en una zona de rápidos, lo que hay que hacer, llevando chaleco es dejar que la propia corriente te lleve hasta una zona más calmada y solo entonces nadar hasta la orilla», insiste el comandante naval del Miño.
Tres lunas para la angula y quince días menos de campaña para la lamprea
En dos meses arranca la temporada alta de pesca en el Miño y ya comienzan a tramitarse las pertinentes autorizaciones. Según se acordó en la comisión internacional órgano que reúne a las más de dieciséis administraciones de España y Portugal con competencias sobre medio ambiente en este tramo la campaña de la angula arrancará el 24 de noviembre. Se mantienen los treinta días de trabajo, como el año pasado, apuntó el comandante, repartidos en tres lunas. Generalmente se tramitan 60 autorizaciones a pescadores gallegos, menos que las que se dan en Portugal, que solo permite la pesca del alevín de la anguila en este tramo del Miño. Se reduce la temporada de lamprea. «Los profesionales propusieron reducir la actividad quince días este año para disminuir el esfuerzo pesquero y se aceptó la idea», señaló Díaz-Ripoll. La campaña arrancará el 2 de enero y se prolongará hasta el 30 de marzo.