El autoproclamado «Obama gallego», Sinaí Giménez, nuevo patriarca de los morones
TOMIÑO

Su imagen y la de sus hermanos ha estado muy expuesta al vinculársele con una supuesta mafia para el control de los mercadillos
24 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Sinaí Giménez, rey de los gitanos gallegos, natural del barrio vigués de Teis y vecino de Tomiño, representa una nueva generación de la dinastía de los morones. Su abuelo Juan Giménez lideró al pueblo gitano de Galicia hasta su fallecimiento y su padre Olegario le cedió el testigo hace dos años, con el beneplácito del consejo de sabios, cuando ya estaba gravemente enfermo. Con el fallecimiento del patriarca, que ayer fue despedido por su familia, Sinaí asume también este nuevo rol.
El miembro más conocido y mediático de este clan familiar es expresidente de la organización Sociedad Gitana Española. Como portavoz del colectivo de feriantes gitanos gallegos se presentó en el 2015 a las elecciones municipales para optar a la alcaldía de Vigo, encabezando la lista del partido Iniciativa Independiente, y autodenominándose «el Obama gallego», aunque solo obtuvo 283 votos.
Giménez indica en su cuenta de Twitter que es «el tataranieto de don Paulo, primer rey de los gitanos en Galicia, hace más de 200 años». Hace justo dos, la Sociedad confirmó su nombramiento. «Sinaí es querido, apoyado y respetado. Cabe recordar que ni tan siquiera fuma y siempre está en todo momento con sus cinco sentidos y con los pies en la tierra», indicaban en el comunicado, que también resaltaba la «gran importancia» del cargo a la hora de «resolver conflictos dentro de la comunidad gitana». Tenía entonces 37 años.
Su imagen y la de sus hermanos ha estado muy expuesta al vinculársele con una supuesta mafia para el control de los mercadillos y una rivalidad ventilada a tiro limpio con los zamoranos que se remonta al 2010 y que tuvo su apogeo en el 2014, con el destierro de más de 400 gitanos. El Ministerio Público intervino para que pudieran regresar a Galicia; también en el 2019, para que suscribieran un acuerdo de paz y evitar así la cárcel tras una sonada reyerta a tiros en el mercadillo de Cangas en el 2015. Meses después aceptó un año de prisión por la agresión a dos guardias civiles y a un abogado ocurrida el 30 de abril del 2014 en los exteriores del edificio de los juzgados de Tui.
