
El tomiñés, plata en la Copa del Mundo en eslalon extreme, cambió Pontevedra por La Seu para asentarse en el equipo nacional y clasificarse para unos Juegos
06 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Manu Ochoa (Tomiño, 1998) se inició en el mundo del eslalon en el Teixugos de la mano de su hermano, los buenos resultados le llevaron al CGTD pontevedrés y desde allí, a La Seu d'Urgell para entrenar en el canal olímpico con los mejores. La apuesta comienza a dar sus frutos y el tomiñés acaba de colgarse la medalla de plata en la modalidad de extreme en la Copa del Mundo celebrada en territorio ilerdense. El colofón a un año en donde dio pasos adelante en su camino por cumplir su sueño: estar en unos Juegos. Si puede ser ya en París, mejor.
«Empecei en Tomiño. Meu irmán facía piragua e decidín probar», comenta Manu. Ese fue su punto de arranque en el mundo del deporte. Enseguida confirmó que le gustaba y que, además, se le daba bien, y así apareció la oportunidad de trasladarse a Pontevedra para entrenar en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva. «Aí dei un salto de calidade moi grande a través dos adestramentos». Esa mejoría le permitió acceder a la selección española júnior con la que firmó un Europeo de la categoría soberbio: plata por equipos y sexto a nivel individual en la cita de Eslovenia.
Aquellos resultados fueron el detonante para que dejase Galicia y se marchase a territorio ilerdense. De aquello ya hace seis años y a lo largo de este tiempo, no ha parado de crecer. «O cambio foi radical, aquí a optimización é total. Ao final melloras tecnicamente, persoalmente, psicoloxicamente e fisicamente», analiza.
Los resultados saltan a la vista. A sus 23 años, fue capaz de entrar en todas las rondas de semifinales de las pruebas de la Copa del Mundo, de hacerse con la plata en la cita de casa y de finalizar el año en la cuarta posición del ránking mundial de la modalidad.
Y eso que la última cita del año no comenzó del mejor modo. «En eslalon o resultado non foi o agardado», pero el tomiñés reaccionó y en la modalidad de extreme funcionó de maravilla. «En extreme conseguín reconducir a situación para ir pasando roldas. Xestionei moi ben as oportunidades e os problemas que se ían presentado e ao final conseguín a prata, que sabe moi ben», explica. Lo hizo en una prueba muy física marcada por una gran igualdad.
Fue el colofón a una temporada que cataloga de positiva. «Non foi idílica, quería estar nas finais de eslalon, porque o nivel está aí, pero asumo que son novato na categoría, que hai un nivel altísimo e, nese sentido, está ben».
La principal diferencia entre las dos modalidades está en la manera de afrontar los descenso. En el eslalon es una lucha contra el cronómetro y contra las penalizaciones y en el extreme se realiza una primera bajada a nivel individual para establecer un ránking en base a los tiempos, pero a continuación, se establecen eliminatorias con cuatro integrantes por manga hasta las rondas finales.
Tanto Manu como sus compañeros doblan en las dos disciplinas y por ahí irá el camino hacia los Juegos de París, ya que no hay ninguna plaza específica para la modalidad en la que se colgó la plata. «O máis probable é que un atleta teña que dobrar nas dúas probas, por iso facemos as dúas competicións para prepararnos para esa situación».
El primer paso de cara al sueño olímpico lo afrontará Manu Ochoa el próximo mes de octubre viajando a Londres para entrenar en el canal que el próximo año acogerá el Mundial en donde se repartirán muchos de los billetes para París. No obstante, el tomiñés, que acabó un grado de Psicología y que ejerce de tutor en un albergue de deportistas de La Seu, relativiza el momento: «O obxectivo é ir a uns xogos olímpicos, os de París son os máis próximos e intentarémolo», pero sabiendo que a sus 23 años, todavía tendrá más oportunidades y que la veteranía en una disciplina que se ha asentado en los últimos años es capital. «Neste deporte, a experiencia xoga un papel fundamental», sentencia. Sin pausa pero sin prisa.
Lameiro fue séptima y Luis Fernández no accedió a la final
En la Copa del Mundo de La Seu d'Urgell también se dio cita la salcedense Ainhoa Lameiro, que fue séptima en la final de C1, mientras que Luis Fernández no pudo acceder a la final en la misma modalidad. El salcedense se quedó en semifinales.