Tres desconocidos dejan un muerto en la puerta de un hospital vigués

E. V. Pita VIGO

VIGO CIUDAD

Un juzgado solicita publicar la foto para recabar pistas sobre la identidad del difunto La policía sospecha que los familiares lo entregaron para evitar pagar el entierro.

07 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

La policía, por orden judicial, solicitó ayer la publicación de la fotografía de un difunto anónimo para recabar pistas que ayuden a su identificación. El fallecido, un varón de raza blanca y de unos 40 años, fue depositado por dos hombres y una mujer a las puertas del hospital de O Meixoeiro el pasado 22 de enero. Dichas personas trasladaron el cadáver en un vehículo de color blanco. Mientras los médicos de urgencias certificaban el fallecimiento, los tres ocupantes del coche se marcharon del hospital sin facilitar ningún dato del difunto. Debido al atareado trabajo de los facultativos y enfermeros, a ningún testigo se le ocurrió anotar la matrícula del automóvil. Los médicos y el forense constataron que el desconocido falleció de muerte natural no violenta, aunque no precisaron si sufría alguna enfermedad. Los facultativos de O Meixoeiro anotaron en el parte de defunción la expresión latina exitus extramuros, que significa «fallecido fuera del hospital». Se trata de un hombre de complexión fuerte, de tez clara y pelo color castaño claro. Al parecer, el cuerpo vestía ropa de trabajo. La hora en la que el difunto fue depositado en el hospital no ha trascendido. Nadie reclama el cadáver Desde hace mes y medio, ningún familiar ha reclamado el cadáver. La policía tampoco ha recibido ninguna denuncia de desaparición en el área metropolitana de Vigo que coincida con los rasgos del fallecido. Los detectives de la Unidad de Delincuencia Especializa y Violenta (Udev 2), que investiga los homicidios y las desapariciones, se han hecho cargo de las pesquisas. Cualquier ciudadano que conozca al difunto puede dar pistas a la brigada de policía judicial en el teléfono 986 820 322. La principal sospecha que manejan las autoridades es que la familia del difunto no quiso hacerse cargo del cadáver para ahorrarse los costes del funeral y el entierro, que pueden alcanzar los 3.000 euros. Quizás, los parientes ignoraban que la Beneficencia financia la inhumación de pobres. Los agentes tampoco descartan que el hombre fallecido proceda de una familia de inmigrantes de Europa del Este o de indigentes.