Memoria de Vigo Entre 1964 y 1970 gobernó la ciudad con mano dura, pero realizando grandes obras
22 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Rafael Jesús Portanet Suárez, nacido en Cangas de Morrazo, alcalde de Vigo entre noviembre de 1964 y marzo de 1970, no dejó indiferente a nadie. Tan polémico como trabajador, tan autoritario como eficaz, en una de las primeras fiestas de la Reconquista que presidió se fijó entre sus objetivos interesar otra vez a los vigueses en la vida municipal. Es notorio que lo consiguió. Puso de manifiesto muchas veces la penuria de las arcas del Ayuntamiento,y con ello la necesidad de subir los impuestos, y lo hizo, no sin dolor de los paganos. Eran tiempos en que todavía no había aterrizado Fernández Ordóñez en el Gobierno para crear un sistema impositivo. Portanet llenó la ciudad de obras y superó la atonía que padecía Vigo. El actual cronista oficial, Vázquez Gil, le definió como «el alcalde de la disciplina vecinal y del orgullo de los vigueses». De una familia de tradición empresarial, instalada entre otros sectores en el conservero, él además fue propietario de un par de gasolineras y traía bagaje en cuestiones públicas cuando llegó a la alcaldía. Inmediatamente antes de la guerra había sido directivo de la Federación Gremial de Patronos y también ocupó cargos en la Unión de Fabricantes de Conservas. Luego sirvió al Movimiento desde algún cargo, incluso ocupó la jefatura de FET y de las JONS, aunque luego, a su llegada a la alcaldía, no quiso como otros, pocos alcaldes, desempeñar la jefatura local del Movimiento, que iba aparejada al cargo de primer regidor municipal. Ya desde la guerra perteneció a corporaciones importantes, como la de Suárez Llanos, e hizo labor apreciable en Fomento y en Montes. Y fue delegado del Estado en la Zona Franca desde 1947 hasta su llegada a la alcaldía. Pero de este período hablaremos en una próxima entrega.