Makelele culpa a un amigo de pilotar su «quad» a más de 130 por hora durante una persecución policial en Vigo
VIGO CIUDAD
Jorge Luis Sosa, Makelele , uno de los dos conductores imputados por el accidente mortal ocurrido en la calle Jenaro de la Fuente, de Vigo, el pasado enero, negó ayer en otro juicio por conducción temeraria que pilotase su propio quad a 130 kilómetros por hora por las calles de Vigo cuando huía de la policía. El joven culpa a un amigo que quiso probar su vehículo recién estrenado. Añadió que era imposible lograr tal velocidad porque la ficha técnica del quad marca un máximo de 90 kilómetros por hora, «y eso, cuesta abajo».
El juicio se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo. Los hechos se remontan al 9 de agosto del 2007. El joven dijo que había comprado el quad dos días antes y que su amigo Christian le pidió en un bar que le dejase las llaves para dar un paseo con su colega Camacho, que iba de ocupante. Relata que sus amigos regresaron al bar nerviosos porque habían tenido que ocultar el quad a causa de «un lío» con la policía.
Los agentes declararon ayer que cuando hacían una patrulla rutinaria por la circunvalación de Castrelos los rebasó un quad . Calculan que los prófugos superaron los 130 kilómetros por hora en una vía urbana limitada a 50. «Llevamos vehículos de 90 caballos que son una vergüenza y no los alcanzábamos», se justificó un policía. Cerca de la escuela de idiomas, el quad hizo trompos para cambiar de sentido, puso en peligro a tres vehículos que tuvieron que esquivarlo y circuló en sentido contrario.
Los agentes no reconocieron el rostro del piloto porque llevaba casco y no se fijaron en su ropa. Cuando localizaron el quad , Makelele negó ser su dueño. Diez días después, denunció en comisaría el robo de dicho vehículo para eludir la multa, por lo que fue detenido. Makelele dice que confesó ser el piloto por presiones y porque solo lo acusaron de desobediencia, más leve que la conducción temeraria.
La Fiscalía pide que sea castigado con año y medio de prisión y con la retirada del carné por 36 meses. Si es condenado, podría ingresar en prisión porque ya pesa sobre él una condena anterior por circular sin carné y ebrio.