1 La crisis está sembrando de damnificados todos los sectores económicos. El empresarial, el primero. Por eso, cumplir medio siglo de vida y tener fuelle para seguir, es para celebrarlo. Es lo que han hecho en Crown, que tal día como el pasado martes, pero de 1961, abría sus puertas en Coruxo bajo el paraguas de la francesa Carnaud, un nombre estrechamente ligado al tejido productivo de Vigo hasta el desembarco americano de hace una década.
El equipo que capitanea Stephane Descazeaud pensó que, al margen de actos o brindis al uso, estaría bien poner el retrovisor para, sin aminorar el paso, contemplar el camino andado. Dicho retrovisor vio la luz hace unos días en forma de publicación: 1961-2011, de Carnaud a Crown.
Javier Costas Goberna recibió el encargo de bucear en los archivos de la casa para realizar el trabajo. Conocíamos a Costas en su faceta de estudioso del arte rupestre, pero no en estas lides, así es que le pregunto cómo llegan a él. «Porque tengo una doble vida», ironiza. Y es que este miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses, gracias a su otra faceta, la de trabajador de Carnaud-Crown desde hace tres décadas, conoce de primera mano gran parte de la historia de la casa.
También recurre a la ironía para referirse al resultado final del trabajo: «Habitualmente escribo sobre cosas que ocurrieron hace miles de años, así es que ningún protagonista de los relatos viene a recriminarme este o aquel olvido. En fin, ya se sabe que cada futbolero tiene su alineación. Yo he hecho la mía», dice.
En esa alineación, claro, no falta la transcripción de la intervención realizada por Emmanuelle Chauvin, primer director de la empresa, el día que salió de la cadena el primer envase (junio 1962). Siguiendo sus palabras estaban compañeros del consejo de administración como Fernando de Haz y Gándara o Antonio Alfageme, pero también los tres primeros empleados: Ramón Gómez, Manuel Diz -«recordarán largo tiempo, creo yo, su trabajo sobre un banco de fabricación muy malo», dijo Chauvin-, y María Rosa Fernández, «nuestra única empleada durante algunos meses, que no olvidará sus dificultades para mecanografiar el francés y las mías para redactar en español».
Se recoge también el crecimiento experimentado en los años 70, tras sumarse al proyecto La Artística, y los cambios de los 80, fruto de la fusión con Metalbox, que propició el nacimiento del mayor grupo productor de envases de Europa y el tercero del mundo.
Queda claro en otras páginas que el camino no ha estado exento de problemas, incluidos dolorosos ajustes de plantilla. A pesar de todo, los más de 350 trabajadores que la conforman son optimistas. Al menos eso es lo que transmiten Antonio Vidal, Fernando Ferreira y Rebeca Rodríguez. Cada uno de ellos se ha prestado a relatar sus propias vivencias.
La moraleja de la publicación, muy gráfica, es que ojalá vengan otros 50. Para empezar. Amén.
Abrazos
2Muchos está recibiendo el arquitecto Alfonso Penela de sus amigos desde que ayer tuvieron noticia del inesperado fallecimiento de su madre. Nos sumamos.