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«Soy Tomás Alonso, sin la A en el medio»

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Tras su paso por los deportes de la TVG, este vigués se tranformó en el «larpeiro» itinerante

17 sep 2012 . Actualizado a las 11:28 h.

«Tengo un recuerdo extraordinario del mercado do Berbés porque significaba ir, a eso de las once de la mañana, a tomar el pulpo a la cantina de Rosendo, y aquello eran palabras mayores», recuerda Tomás Alonso. Tras cinco años personalizando al Rei dos Mercados en el programa de la TVG Larpeiros, este periodista vigués considera cerrado el círculo que se inició cuando era pequeño y pasaba parte del verano recorriendo plazas y mercados, ayudando a su padre, que era distribuidor de quesos.

«Siempre quise ser periodista, pero no siempre es fácil y, a veces, los caminos te llevan a otras partes», explica el larpeiro itinerante. «Tras catorce años haciendo periodismo deportivo surgió la posibilidad de hacer Larpeiros, decidí aprovecharla y creo que salió bien», añade. Claro que en la transformación debía quedar clara la diferencia entre el periodista y el personaje. «Sin la interpretación sonaría raro el cambio de periodista a Rei dos Mercados», concluye, no sin antes agradecer a los miembros de la productora del programa por la ayuda recibida. «Fue un máster para mí, que además me sirvió para poner en valor el trabajo de muchas personas, que se levantan muy temprano para que todo esté en su sitio cuando accedemos a las lonjas y los mercados; no obstante, yo prefiero el periodismo a la interpretación», sentencia.

¿Y la popularidad? ¿Cómo se lleva? «A nadie le obligan a salir por la tele», comienza. «Tienes que asumir que a algunos les caerás bien y a otros mal; yo lo llevo bien porque el personaje que hago en Larpeiros es muy agradecido y la gente le tiene mucho cariño; yo asumo con naturalidad que salir en la tele no tiene ningún plus más de lo que puede tener ser vendedor de coches o cirujano».

Si la casualidad quiso que aquellos veranos de adolescencia se convirtieran durante algún tiempo en una forma de trabajo, no menos curioso es que un vigués se llame Tomás Alonso. «A veces, cuando relleno un formulario de algo, me preguntan si la calle es mía, pero no, me gustaría ser el propietario de la calle, aunque solo fuera el lado de los impares, pero por desgracia no tengo ningún vínculo. Soy Tomás Alonso pero sin la A en el medio», puntualiza.

Esa posición en el callejero sí que le otorga capacidad para valorar la ciudad en la que nació y vive. «Nunca hemos tenido lo que hemos merecido, pero con un par de retoques sería una ciudad de primer nivel europeo porque tenemos todo lo que puede ser vendible cara al exterior», señala. Su teoría de la idiosincrasia viguesa parte del movimiento. «Vigo avanza porque necesita avanzar, y siempre tiene que estar en movimiento y, eso, genera un poco de caos, aunque los vigueses estamos acostumbrados a ello», concluye.

Por cierto, ¿y los proyectos? «Siempre que he estado en los servicios informativos de la TVG me he sentido muy a gusto, así que estar otra vez ahí sería algo bonito después del máster de Larpeiros», concluye.

CIUDADANOS EN SU RINCÓN tomás alonso Periodista