El Concello ordena desmontar el tobogán de Samil tras 28 años

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

En el tobogán de Samil todavía no hay ninguna señal que indique que la instalación va a ser desmontada.
En el tobogán de Samil todavía no hay ninguna señal que indique que la instalación va a ser desmontada. ÓSCAR VÁZQUEZ< / span>

El gobierno local advierte a la empresa, que solo tuvo licencia para los dos primeros veranos, de que puede exigir la ejecución forzosa

15 dic 2014 . Actualizado a las 09:39 h.

El largo tobogán que desemboca en una minipiscina junto a la cafetería San Remo forma parte del paisaje de Samil desde el verano de 1986. Pero va a pasar a la historia. El gobierno local ha ordenado a la empresa Hostelería Samil Playa S. L. U. que desmonte el tobogán y que el terreno en el que se ubica pase a ser de dominio municipal.

El gobierno local tomó el acuerdo a finales de octubre con la idea de notificárselo a la empresa. El expediente había comenzado antes, en agosto, y la firma interesada presentó alegaciones, pero el Concello las desestimó. Entre ellas, la sociedad alegaba que no se usurpó un terreno municipal y que no existe un interés público que justifique el Ayuntamiento tenga que recuperar los terrenos.

Pero, según el expediente, la empresa ocupa con su instalación una superficie municipal de forma ilícita. En abril de 1986 se le otorgó la primera autorización para que el tobogán funcionase entre mayo y octubre y ocupase una superficie de 25 metros cuadrados. El año siguiente se le volvió a autorizar lo mismo. Pero nunca, según el expediente municipal, se hizo una concesión como tal. Esos permisos, dicen los técnicos municipales «non poden dar lugar a unha lexitimación para a ocupación do dominio público ou subsanar a falta do necesario título xurídico habilitante desta».

El tobogán siguió abierto y, según los informes técnicos del Ayuntamiento, ocupa una superficie de 200 metros cuadrados.

El acuerdo aprobado por la junta de gobierno local tras el visto bueno de la asesoría jurídica advierte de que si la empresa se niega a desmontar el tobogán, podrá forzarle a hacerlo e incluso prevé la «execución forzosa» que contempla la ley.

En pleno agosto, cuando más gente podía haber usado la instalación, la Gerencia de Urbanismo ordenó precintarla. La empresa recurrió la orden judicialmente, pero los tribunales dieron la razón al Ayuntamiento. La sociedad no ha logrado el permiso municipal para permanecer en la playa.

La situación de irregularidad se detectó cuando una empresa contratada por el Concello para revisar su inventario advirtió que el tobogán estaba funcionando sin autorización administrativa, lo cual no solo era ilegal sino que podía poner en riesgo a los propios usuarios.

Todo esto ocurre en pleno debate sobre el futuro de Samil. En Vigo existía consenso sobre la necesidad de regenerar la playa aprovechando que las concesiones de negocios caducaban. Así, el gobierno local ordenó la demolición del restaurante As Dornas. Ahora quiere recuperar el terreno del tobogán. Pero lo que se salva de la piqueta son los restos del antiguo Jonathan, que el gobierno vigués ha adjudicado a una empresa para los próximos 30 años. Por lo tanto, la regeneración de la playa llegará dentro de tres décadas. Si llega.