Los propietarios no pueden depositar en el subsuelo los restos de sus familiares, que se retiraron a un almacén del cementerio para inyectar cemento
12 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La polémica obra de recuperación de los 180 nichos inclinados del cementerio de Teis ha concluido con problemas. Aunque todavía lo ignoran sus propietarios, que están a la espera de que el Concello les informe del fin de los trabajos, muchos de ellos no podrán reutilizar los ceniceros situados bajo estas tumbas, por debajo del nivel del subsuelo, ya que el hueco ha sido rellenado con cemento.
Uno de los propietarios que acudió esta semana a comprobar el estado de las obras fue el primero en darse cuenta de lo que había ocurrido. Este vecino de Teis levantó, con ayuda de un operario municipal, la tapa del cenicero y se encontró con la sorpresa de que estaba totalmente lleno de cemento.
Como se aprecia en la imagen adjunta, obtenida ayer en el cementerio, lo que era un hueco está totalmente colmatado de hormigón y resina, y lo mismo ocurre en otros ceniceros, como pudo comprobar La Voz.
El propietario del nicho que descubrió lo ocurrido habló con los operarios municipales, que no pudieron darle ninguna solución. Lo único evidente es que en la actual situación el cenicero está inservible, y que allí no pueden devolverse los restos óseos retirados para ejecutar la obra.
Según las fuentes consultadas, todavía la noticia todavía no se ha extendido y la inmensa mayoría de los propietarios ignora el problema que se ha generado. Por el contrario, ya ha llegado al Concello; de una parte lo conocen los operarios del cementerio y, además, este vecino acudió allí a pedir explicaciones y dio cuenta de lo ocurrido.
A la espera de lo que decida el Concello tras hablar con la empresa, todos los restos humanos que se encontraban en los ceniceros están almacenados, y convenientemente identificados, en el almacén del cementerio, y allí seguirán hasta que se decida que va a ocurrir con ellos.
Lo habitual en los nichos es que se retiren los restos de personas fallecidas tiempo atrás cuando los propietarios precisan la tumba para un nuevo enterramiento. En esos casos se vacía el nicho y los huesos, libres de ropas, son metidos en una caja y trasladados al cenicero. En esos casos ocupan poco espacio en este recinto y dejan libre el nicho para otro fallecido.
La obra de nivelación de los nichos ha sido realizada por la UTE Acevi-GPG por 90.000 euros tras salir a concurso por 116.000.