
La Xunta licita ahora el proyecto, pero no habrá obras hasta finales del 2016
02 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Fomento ha construido la estación del AVE, que de manera incompleta empezará a funcionar este mes en fecha por señalar. Queda pendiente el edificio comercial y de aparcamiento y también el complemento de la terminal de buses, que convertirá el complejo en una estación intermodal. Esta última fase corresponde a la Xunta, que no ha activado los mecanismos para ponerla en marcha hasta el momento de su estreno. La consecuencia es que durante los próximos tres años, justo los que restan hasta que llegue el AVE de verdad, procedente de la Meseta, en la estación de tren de Urzaiz no tendrán cabida los autobuses.
Pese al retraso, los pasos para hacer efectiva la intermodalidad están ya en marcha por parte de la Xunta. Ayer, el Consello revisó el cronograma para la ejecución de lo que calificó de primera estación intermodal de Galicia.
El primero de todos será la publicación el lunes en el Diario Oficial de Galicia de la licitación del proyecto básico y de ejecución de la nueva terminal de autobuses integrada en la intermodal, por un importe de 350.000 euros y un plazo de ejecución de nueve meses. A partir de aquí empezarán a correr los plazos, con el inicio efectivo de las obras a finales del 2016 y su terminación a mediados del 2018.
El proyecto pretende definir los aspectos fundamentales de la infraestructura en lo que respecta a funcionalidad, formas, construcción y aspectos económicos. La previsión es adjudicar su redacción en julio próximo, para que esté redactado en la primavera del año siguiente.
Llegará entonces el momento de adjudicar las obras, cuyo coste estimado alcanza los 10 millones de euros, una cifra considerable que elevará hasta 120 millones el coste total de la terminal intermodal. La Xunta garantizó ayer la existencia de financiación con los fondos que ha obtenido de la Unión Europea dentro del programa operativo Feder 2014/2020.
También quiso ayer atemperar el hecho de que la terminal de buses llega con retraso explicando que previamente ha tenido que realizar distintos estudios. En concreto, que en julio del año pasado encargó, por 42.500 euros, un trabajo previo sobre programa de necesidades, funcionalidad, estudio de reordenación de líneas y de tráfico, capacidad de las calles cercanas, entre otras cuestiones.
En base a este texto la Xunta seleccionó una de las distintas opciones puestas sobre la mesa, con una superficie construida de 9.000 metros cuadrados, un proyecto que incluye también un módulo de conexión con el futuro vestíbulo de la estación ferroviaria.
El proyecto en marcha fue valorado ayer por el presidente de la Xunta como «un paso máis para converter Vigo na primeira cidade con estación intermodal, cunha nova estación de autobuses para favorecer a mobilidade das persoas a para potenciar o uso do transporte público unha vez que conflúen no mesmo punto o transporte por ferrocarril e o transporte por autobús».
Según Feijoo, tras este modelo de estación intermodal se estudiará la construcción de otras en Galicia ya que la Xunta cuenta con un total de 34 millones de euros con esta finalidad, de los que Vigo solo precisa alrededor de 10. Aseguró que en el 2015 y en el 2016 se analizarán las opciones existentes en las demás ciudades de Galicia.
La conjunción de buses y trenes se reserva para cuando exista AVE
Fomento suministra información sobre la estación de Urzaiz a cuentagotas.Tanto, que la ha inaugurado sin anunciar cuándo empezará a funcionar y solo de refilón ese mismo día se explicó que habría 10 frecuencias en cada sentido y al mismo precio que ahora. Sin embargo, ni una palabra sobre el destino final de Vigo-Guixar, la terminal provisional que ha cubierto el hueco mientras se construía la de Urzaiz.
La primera duda surge al constatar que desde Guixar salen actualmente 16 trenes para A Coruña cada día, por lo que pudiera ocurrir que los 10 sin paradas (salvo en Pontevedra, Vilagarcía y Santiago) salgan desde aquí y los lentos, por parar en los municipios menores, tengan como base Guixar.
Es una de las incógnitas pendientes junto con el destino de la terminal ubicada junto al puerto una vez que llegue el AVE. De momento acogerá los trenes a Madrid junto con los regionales a Bilbao y Barcelona y los mercancías, pero nadie ha explicado como será la estructuración definitiva.
Lo evidente es que la Xunta no ha tenido prisa en impulsar la estación de buses hasta que se ha terminado la de tren en su fase básica, la que ahora existe. El Gobierno gallego sugiere que lo importante es que haya conexión con los buses cuando la infraestructura adquiera su esplendor dentro de tres años con la llegada de la alta velocidad. Es la única explicación a esta coincidencia de fechas del 2018, máxime cuando la Xunta dice que no hay problema de financiación.
Mientras tanto, la Xunta llevó el cronograma de las obras a un Consello, lo que no era legalmente necesario, para recalcar su relevancia preelectoral.
Aviso: debe colaborar el Concello
Aunque existe acuerdo entre las tres administraciones (Ministerio de Fomento, Xunta de Galicia y Concello vigués), hay terreno reservado y el Gobierno autónomo dispone de fondos suficientes, no todo está despejado en el camino para poner en marcha esta infraestructura. Los problemas, de existir, pueden venir de los constantes enfrentamientos que enmarcan la relación entre Xunta y Concello, prácticamente inexistente.
Tanto, que el acuerdo hecho público por la Xunta para iniciar la tramitación de la estación intermodal incluye un aviso nada discreto. «Cumpre recordar _figura en la nota difundida ayer por la Xunta_ que a execución desta actuación deberá ir acompañada da execución dos compromisos do Concello no referente á reordenación dos accesos viarios e das necesidades urbanísticas».
Esta advertencia supone que el entendimiento entre el gobierno municipal que salga de las urnas en las elecciones de mayo y la actual Xunta y la que llegue después de los comicios autonómicos de octubre del 2016 es básico para que proyecto salga adelante.
En caso de que se mantengan los actuales gobernantes las perspectivas no pueden ser menos optimistas. Xunta y Concello han colaborado cuando en el proyecto ha estado el Gobierno central, caso de la depuradora, pero entre ellos ha sido prácticamente imposible como lo prueba el fracaso del transporte metropolitano.