
Enrique Tatay ha sido procesado varias veces por estafas y delitos societarios. La vista se reanudará el 30 y 31 de mayo y el 1 y 2 de junio
28 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La fábrica de loza de GEA (las siglas de Grupo de Empresas Álvarez), en Vigo, era una de las más emblemáticas de España. Sus platos decoraban muchos hogares. En los años 90, lastrada por las deudas, el Instituto Nacional de Industria (INI) la privatizó. Cayó en manos de un tiburón financiero y otros directivos que fueron acusados de apropiación indebida de los bienes. Ha habido que esperar 20 años por el juicio, pero ayer tampoco se pudo celebrar porque el último propietario del grupo, Enrique Tatay, no se presentó. Está fugado, desaparecido desde hace tiempo. El fiscal pidió que se le declare en rebeldía. La Audiencia en Vigo acordó ayer dictar una requisitoria de localización y el juicio se reanudará el 30 y 31 de mayo y el 1 y 2 de junio. Un juzgado de instrucción de Valencia y la sección cuarta de la Audiencia en dicha provincia han declarado su busca y captura. Tatay ha sido procesado varias veces por estafas y delitos societarios.
En la primera jornada sí comparecieron los otros cuatro procesados: Vicente Mata, incriminado por la acusación particular; José Orozco; y los abogados Mariano y Francisco Jiménez. También estaban una docena de activistas del grupo que representa a 250 exempleados, y que se concentran desde hace seis años ante los juzgados con pancartas para que no se olvide el caso. Creen que también tendrían que estar en el banquillo responsables del INI, como responsable subsidiario del Estado, porque en su día permitieron la operación especulativa. «Nunca pensamos en tirar la toalla. Estuvimos luchando contra esta gente sin medio ni recurso alguno», dijo un afectado.