
No obtuvo la unanimidad de la corporación viguesa
30 mar 2016 . Actualizado a las 04:00 h.Los concejales Eugenio Pernas y Andrés Barros, concejales del Alianza Popular, votaron el 30 de marzo de 1983 en contra de la propuesta de otorgarle el nombre de una calle al alcalde socialista Emilio Martínez Garrido, fusilado en agosto de 1936. Tampoco estuvieron de acuerdo en la solicitud José María García Picher y Duran, aunque en su caso se decantaron por la abstención. No obstante, el resto de la corporación decidió denominar de esa forma al tramo que entonces se abría entre O Calvario y la avenida de Madrid.
El empresario Emilio Martínez Garrido fue alcalde de la ciudad, representando al PSOE, en dos ocasiones, aunque anteriormente estuvo presente como concejal en varias corporaciones. Su primer paso por el despacho principal de la plaza de A Constitución fue entre 1932 y 1934. La segunda ya se sitúa en el año fatídico de 1936. Cuando se produjo el golpe de Estado de Franco, que en Vigo tuvo como cabecillas a Felipe Sánchez y Antonio Carreró, Martínez Garrido se mantuvo leal al gobierno legal de la república hasta su detención. El 27 de agosto de 1936, fue fusilado junto a otras personas leales a la constitución de 1931 en el entorno del cementerio de
Pereiró.
En la sesión plenaria de ese mismo 30 de marzo de 1983, la corporación también otorgó sendas calles a los pintores Lugrís y Pérez Bellas, también con la abstención de los cuatro concejales anteriormente citados.
Los miembros de la corporación decidieron en aquella misma sesión comprar para el Concello de Vigo el inmueble que hoy en día acoge el centro de visitantes del Parque Nacional das Illas Atlánticas. Los corporativos aprobaron la compra del histórico inmueble por cincuenta y cinco millones de pesetas. Este edificio formaba parte del antiguo palacio urbano de los Marqueses de Valladares.