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Los dos hermanos orquesta

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

VIGO CIUDAD

MARTINA MISER

Los hijos de Xaquín Xesteira, un clásico del folk, tocan todos los instrumentos que les pongan por delante

15 nov 2020 . Actualizado a las 16:46 h.

Dice su padre, Xaquín Xesteira, que fue sin pretenderlo, pero difícilmente podría ser de otro modo. Anxo y Roi llevan escuchando foliadas desde que estaban en el vientre de su madre Esther. Con tres años se colocaban las bufandas a modo de fajas jugando a ser Treixadura y a los 6 y 7 ya daban alboradas con su propio grupo, Os Xeitosiños. A sus 17 y 16 años, estos hermanos cambadeses tocan lo que les pongan por delante, y siguen aprendiendo. El mayor está centrado en el acordeón y Roi, en el bombardino, pero saben sacarles melodías también al piano, a la gaita, a la percusión tradicional y clásica, a la guitarra, al oboe, al xilófono, a la marimba, a la trompeta, al clarinete, al saxofón...

En el ático de la casa de su abuela Pitusa -la matriarca de la saga que ha enseñado solfeo y piano a su familia y a varias generaciones de cambadeses- acumulan medio centenar de instrumentos, eso sin contar los tres pianos que hay en el piso de abajo y el arpa de Esther, que, por razones obvias, no pudieron colarse en la foto.

Es el particular tesoro de la saga Xesteira. No solo por su valor económico, que también. Este patrimonio de madera y metal compendia los sueños y el trabajo de una familia que vive por y para la música. Xaquín Xesteira se ha labrado un nombre propio en el panorama de la música tradicional gallega. Miembro fundador de Treixadura, es actualmente director del coro Cantigas e Agarimos de Santiago y director de gaita y percusión de Son de Seu, la orquesta de folk gallego con base en Vigo. Además, imparte clase en la Escola Municipal de Vigo de Música Folk e Tradicional (Etrad) y sigue amenizando fiestas y romerías por toda Galicia con Os Faíscas.

Sus hijos llevan el mismo camino. Pese a su juventud ya han pisado el polvo y los escenarios. Anxo va ya por su tercer grupo, y sin repetir estilo. Tan pronto pone a bailar al personal con una muiñeira como le marca el ritmo al grupo Cabina 402 a golpe de batería. Su última aventura se llama Onte e Hoxe, una formación que recupera aquellas canciones de Los Tamara, Fuxan os Ventos y Luis Emilio Batallán que marcaron una época. Y el chaval está dispuesto a seguir experimentando, aunque con límites. Su paso por las bandas de música populares como las de Castrelo y la municipal de Ribadumia fue muy enriquecedor, pero no repetiría la experiencia, dice, y si le mencionamos el reguetón, por decir algo, se apresura a aclarar: «Iso é o último da lista».

Anxo estudia cuarto grado profesional de acordeón en el conservatorio Manuel Quiroga de Pontevedra, un instrumento poco habitual en chicos de su edad su edad del que quedó prendado al escucharle la pieza Valses de Arousa a Treixadura, relata. «Á xente impresiónalle que estude acordeón pero nunca toco en público». También cursa segundo de bachillerato en el instituto Frai Martín Sarmiento de Pontevedra por la rama de Artes donde se permite faltar a clase de música para atender la llamada de La Voz. No es una asignatura que le quite el sueño.

Montando escenarios

En contra de lo que cabría esperar, Anxo no quiere dedicarse profesionalmente a la música. «

A min sempre me gustaron os cables

», afirma, así que su meta es vivir de montar escenarios como técnico de sonido, como vio hacer en tantos y tantos conciertos a los que acompañó a su padre en su infancia y en su juventud.

Roi sí cumple las expectativas. Él quiere ser músico de profesión y sus querencias son radicales. «A min o que máis me gusta é o estilo clásico e o rock», y ahora va a por el último. La guitarra eléctrica y la batería tienen mucho que decir en el grupo Os Trasnos con el que debutó este verano.

Sus amigos les han visto crecer con una gaita y un tambor en la mano de modo que en Cambados ya nadie se sorprende al ver en acción a estos chavales orquesta. Pero es que son Xesteira, un apellido sinónimo de música que bebe de la tradición de su abuelo Ángel Losada. Y Xaquín, que es un grande muy modesto, le saca importancia al asunto, como si tocar una docena de instrumentos antes de los 18 estuviera al alcance de cualquiera.

En casa hay tres pianos, un arpa, ocho gaitas, tres acordeones, varias guitarras y más

Quiénes son

Anxo Xesteira. 17 años. Está centrado en el acordeón -estudia cuarto grado profesional-, aunque toca muchos más instrumentos. No quiere ser músico sino técnico de sonido. Cursa segundo de bachillerato.

Roi Xesteira. 16 años. Lo suyo es el bombardino, entre muchos otros. Le gusta el estilo clásico y el rock -toca en el grupo Os Trasnos-. Quiere dedicarse profesionalmente a la música.