Alegan que las nuevas condiciones han reducido un 10% los puestos
01 mar 2017 . Actualizado a las 18:54 h.Vendedores ambulantes de los mercadillos de Coia y Bouzas, en Vigo, han denunciado este miércoles que el gobierno vigués aplica «tasas muy abusivas» y les somete a «presiones» y un «acoso total», lo que ha derivado en la reducción del número de puestos --a una media de 10 por semana, según han indicado-- y «está acabando con el mercado».
En declaraciones a los medios, la secretaria de la CIG-Servizos de Vigo, Transi Fernández, y la portavoz de la Asociación de mercaderes de Vigo, María Begoña Martínez, han criticado que el gobierno local fue «el único» del área que mantuvo los mercadillos cerrados durante 10 meses, al alegar problemas de seguridad tras los incidentes que acabaron con un herido de bala.
Así, aunque finalmente los reabrió, han censurado que incrementó los costes, pues pasó de cobrar por metro lineal a por metro cuadrado --con lo que les cobran por más espacio del que necesitan-- y a pedir un precio superior al euro por metro cuadrado. Todo ello supone, han manifestado, que algunos puestos lleguen a pagar más de 1.000 euros por 16 días de mercadillo.







Martínez también ha censurado que después de 10 meses cerrados, el gobierno local no hiciese bonificaciones entre los meses de agosto y diciembre de 2016, y ha subrayado que estos precios suponen «una ruina», por lo que están «disconformes al 100 por cien». «Los precios son excesivos para que no podamos pagar y nos tengamos que ir», ha concluido otra feriante.
En el mismo marco, Martínez ha agregado que a los vendedores ambulantes les están «acosando directamente, a un nivel total», lo que ha ejemplificado en que el Ayuntamiento ha contratado personal para revisar si tienen la ITV de los vehículos en vigor y si tienen la cuota de autónomo pagada, entre otras cuestiones.
«¿Por qué Vigo es la feria más cara de España y la más presionada?», ha preguntado Martínez, que ha pedido «una muy pronta solución».
Otro tipo de mercados
Ante esta situación, los ambulantes y miembros de la CIG se reunieron con los grupos municipales del PP y la Marea, que les trasladaron su apoyo a la moción que registrarán sobre este tema; y con el concejal de Comercio, .
«No quieren tener plásticos ni que salga ningún hierro, porque dicen que son como de gallinero y da muy mala imagen a Vigo», ha reprobado Martínez, antes de apuntar que en el Ayuntamiento «podrían incluso homologar los puestos», lo que supone «más presión» para los vendedores. «Todos los mercados de Galicia ponen igual, ¿por qué ellos no?», ha cuestionado.