Tres alumnos expulsados de un examen por copiar llevan a juicio a la Universidad
VIGO CIUDAD

La vista se celebrará el 16 de enero en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo. Son estudiantes del grado de Ingeniería Industrial.
23 oct 2018 . Actualizado a las 21:25 h.Tres estudiantes que fueron expulsados de un examen por copiar han sentado en el banquillo a la Universidad de Vigo para que retire la sanción. El juicio se celebrará el 16 de enero del 2019 en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Vigo. Los estudiantes cursaban el grado de Ingeniería Industrial.
El pleito surgió a raíz del descontento de los estudiantes por las medidas que adoptó la Universidad respecto a ellos, a los que acusó de copiar en una prueba académica oficial, según informó ayer el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
El secretario xeral de la Universidad, Miguel Michinel, explicó ayer que hace un año el campus abrió un expediente disciplinario contra estos alumnos y que estos han acudido al Contencioso contra esa sanción que ahora ya es ejecutiva.
No han trascendido detalles de cómo transcurrieron los hechos. Todo apunta a que fueron pillados pasándose unos a otros un papel con las preguntas y respuestas. El profesor los descubrió y expulsó del aula por hacer trampas, lo que les acarreó un expediente disciplinario que conlleva un suspenso en la asignatura por «no presentado» así como otras sanciones académicas por infracción grave que, en algunas universidades gallegas, conllevan la pérdida de matrícula y la expulsión del curso académica durante un año.
La razón por la que los tres universitarios llegan hasta los tribunales es porque consideran que se les acusó injustamente y no ven suficientes pruebas contra ellos. A todo ello se suma que el suspenso por copiar les causó un perjuicio desproporcionado en su historial académico y puso en riesgo el futuro de sus estudios que estaban cursando al tener una asignatura bloqueada antes de terminar la carrera.
El conflicto se remonta a tiempo atrás. Para llegar al Contencioso, los suspendidos por copiar tuvieron que litigar primero por los cauces administrativos de la propia Universidad.
Al parecer, varios estudiantes expulsados de los exámenes por tramposos contactaron entre ellos para protestar ante la Secretaría Xeral de la Universidad. Procedían de distintas escuelas y facultades pero todos consideraban que las medidas adoptadas contra ellos eran desproporcionadas o injustas y amenazaron con denunciar ante el perjuicio académico que les ocasionaba.
La Universidad paró gran parte de las denuncias y negoció acuerdos con los estudiantes acusados de copiar. Algunos se dieron cuenta de que era difícil sostener su inocencia y claudicaron. A cambio de confesar su culpabilidad, el campus les permitió repetir el examen entre otros pactos.
Los únicos que no cedieron fueron tres estudiantes que mantienen su inocencia y que reclaman a la Universidad que retire el expediente disciplinario que va a ejecutar contra ellos.
Fuentes jurídicas de la Universidad consultadas mantuvieron ayer mutismo sobre el pleito para no invadir la intimidad de sus alumnos. Detalles significativos del caso delatarían a los jóvenes.
La Universidad señala que se tratan de infracciones administrativas que no conllevan amonestación pública al infractor, por lo que se atiene a la ley que le obliga a guardar silencio para no vulnerar las normas sobre protección de datos.