
La tienda física aprende a convivir con la electrónica como trampolín para ganar mercado y proliferan los cursos de apoyo y agencias para dar el salto
05 nov 2018 . Actualizado a las 13:06 h.Cada vez son más los negocios tradicionales de Vigo que han dado el salto para sumarse a la ola tecnológica. Vivimos en la era digital y en constante evolución, lo que obliga a adaptarse. Muchos pequeños empresarios se han percatado de que Internet puede convertirse en un gran aliado en la venta de sus productos. La Red conecta empresas con públicos. No importa lo que se venda, hoy la tendencia es estar online.
A través de la informática, las marcas rastrearán a su cliente. Le ofrecerán el producto que desee antes de que este lo busque y le ahorrarán tiempo. Antes era al revés. Hoy las empresas se dirigen a conocer las preferencias y los gustos de los consumidores.
Para ello están proliferando los cursos de apoyo. Además de los que organizan instituciones como la Diputación de Pontevedra (SmartPeme) o la Cámara de Comercio, muchas agencias asesoran a la hora de lanzarse al e-commerce, incluso en áreas muy concretas.
Al igual que ocurre con los grandes operadores comerciales en un mundo globalizado, el comercio tradicional quiere captar al usuario que realiza compras a golpe de clip y que podrá recibir en tan solo unas horas el producto con las mayores garantías. Este trámite proporciona a los negocios informaciones de gran valor, facilita conocer al usuario: dónde vive, cuál es su cultura, con qué frecuencia compra, qué compra... Se configura así una base de datos útiles que se pueden cruzar y relacionar entre sí para ofrecer lo que necesita en el momento más oportuno.
Pero ojo, como advertía hace unas semanas Javier Hernández, responsable de Márketing de Iberia Express, en una masterclass organizada por Afundación, la cuestión no es solo captar tráfico una vez que se da el salto online, sino «transformar las visitas en ventas». La competencia es cada vez más dura y hay que distinguirse en calidad.
MiNevera, la frutería Froitas Xeitosiña, la floristería La Camelia y Copyplan son algunos ejemplos de negocios vigueses que han apostado por esta modalidad y que ya disfrutan de los resultados.



