Llega el contenedor marrón que se abre con la Pass Vigo

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El sistema electrónico permitirá controlar que los ciudadanos lo usen para depositar solo residuos orgánicos

06 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las calles de Vigo se poblarán dentro de poco tiempo de unos elementos que han llegado para quedarse. Los contenedores marrones servirán para decir definitivamente adiós a los de color verde donde se depositban por costumbre los residuos orgánicos. Los nuevos colectores comenzarán a formar parte del paisaje urbano dentro de un mes, aproximadamente, según adelantó ayer el alcalde, Abel Caballero. Lo harán con una tecnología novedosa al contar con una cerradura electrónica que se desbloqueará con la tarjeta Pass Vigo. Es el mismo sistema que ya funciona en otras ciudades de España.

El objetivo es lograr un mayor control de los residuos que se echan a estos contenedores para que su uso sea el correcto y facilitar su posterior reciclaje para la creación de compost. Los contenedores marrones están destinados al depósito de restos de toda clase de alimentos, como frutas, verduras, carne o pescado cocinados o cáscaras de huevo. También admitirán tapones de corcho, servilletas de papel, infusiones o pequeños restos vegetales.

No podrán usarse para depositar desperdicios como los restos de barrer, ceniza o colillas, bolsas de plástico, pañales, compresas u otros residuos destinados a la recogida selectiva, como vidrio, papel y cartón, latas o botellas de plástico. Resulta importante que esta basura no acabe en el contenedor marrón porque dificultan y encarecen el tratamiento y disminuyen la calidad y los usos del compost final.

«Es un contenedor muy sofisticado y especial que está incluido en el nuevo contrato de limpieza viaria y, por tanto, seguimos siendo pioneros», comentó ayer el alcalde, Abel Caballero. El regidor explicó que la administración local está sustituyendo todos los islotes de reciclaje y todos los contenedores de basura por sistemas más modernos.

Uno de los objetivos es facilitar su uso, sobre todo a las personas de la tercera edad o con problemas de movilidad. «Mucha gente mayor no es capaz de abrirlos. No son capaces de apretar con el pie, esto que la gente joven que hace con tanta facilidad. Me gustaría que los que estuvieron antes de alcaldes y alcaldesas dijeran por qué metieron estas cosas aquí», dice Caballero.

El gobierno local firmó en marzo de 2018 un contrato limpieza viaria con la empresa FCC por un periodo de dos años y un importe de 61 millones de euros.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, aprovechó ayer la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente para anunciar que Vigo será en el futuro una ciudad libre de plásticos. «Vamos a dirigir una campaña desde el Ayuntamiento para liberar a la ciudad de los plásticos, que son la mayor agresión que hubo en la historia de este planeta», valoraba ayer el regidor socialista, para quien la ciudad liderará una cruzada contra este material en toda Europa.

Ciudades de toda España ya lo pusieron en marcha con campañas de concienciación

Los contenedores de apertura electrónica con tarjeta que llegarán próximamente a Vigo ya se están empleando desde hace tiempo en numerosas ciudades españolas. El sistema no ha estado exento de debate. En Valencia, por ejemplo, los ecologistas criticaron que es poco eficiente, puesto que apenas permite recuperar el 20 % de todo el material orgánico. En esta ciudad los residentes se quejaron de que el aumento de contenedores reduce espacio viario en las aceras. Barcelona también lo puso en marcha y lo está cambiando por la recogida puerta a puerta una o dos veces por semana. Este método permite recoger entre el 80 y el 90 % del material orgánico. También en Madrid algunos sectores mostraron su escepticismo por su correcto funcionamiento, dado que, tras 20 años de existencia del contenedor amarillo, los madrileños siguen sin separar bien sus residuos.

El uso de los contenedores marrones ha estado precedido en la mayor parte de las localidades de campañas de concienciación ciudadana. Alicante puso en marcha un plan de trabajo en equipo para implicar a todos los ciudadanos. Creó brigadas de voluntarios a los que proporcionó material divulgativo y cubos de tamaño doméstico y bolsas compostables para poder llevar los restos orgánicos a los nuevos contenedores. Esta campaña contó con el apoyo de educadores ambientales que distribuyeron material informativo y resolvieron las dudas y preguntas de los usuarios.

El Ayuntamiento de Sevilla comenzó con la colocación de 150 contenedores de apertura electrónica y puso en marcha distintas acciones de promoción y difiusión del nuevo sistema para ampliarlo de forma progresiva a otros barrios de la ciudad. Los responsables de la campaña mantuvieron reuniones con asociaciones de vecinos para explicar el sistema de recogida y cómo debe ser utilizada la tarjeta electrónica. La empresa concesionaria de la localidad andaluza instaló 20 puntos informativos. Además, a todos los ciudadanos que solicitaron la tarjeta de apertura se les obsequió con un cubo para depositar los residuos orgánicos y un juego de bolsas para separar los residuos.

En Hondarribia utilizan este sistema para obtener más datos sobre los hábitos de reciclaje de la ciudadanía. La comarca de Pamplona también colocó contenedores marrones en sus calles. El personal técnico de la mancomunidad visitó todos los domicilios y locales comerciales para entregarles la tarjeta. Además habilitó un teléfono para resolver dudas.

Gijón puso en marcha una experiencia piloto en el 2015 en el barrio del polígono de Pumarín, antes de implantarlo en distintas zonas de la ciudad. Y Girona ha comenzado en abril una prueba piloto en la plaza Catalunya.