Un informe de la Universidad de Santiago y el Concello de Vigo alerta sobre las nuevas adicciones de la Generación Z, como las apuestas «on line» y los videojuegos
28 ene 2020 . Actualizado a las 17:09 h.Los vigueses que tienen entre 12 y 20 años, nativos digitales que crecieron con Internet, las redes sociales y el smartphone, se han enganchado a nuevas adicciones desconocidas por sus padres. La Generación Z (los nacidos entre 1995 y el 2012) tienen fácil acceso a la Red y han duplicado el consumo de pornografía. Otros están atrapados en las apuestas on line y a los videojuegos. Así lo advierte el informe Radiografía dos consumos e adiccións na mocidade viguesa de 12 a 20 anos, elaborado por el investigador Antonio Rial Boubeta para el Plan Local sobre Adiccións del Concello de Vigo. Este profesor de la unidad de Psicoloxía do Consumidor e o Usuario de la Universidad de Santiago alerta de que «estamos ante una epidemia global con las redes sociales, los videojuegos y las apuestas on line y Vigo está igual de mal que el resto». Recomienda la prevención a edades tempranas.
Rial elogia el esfuerzo del Ayuntamiento vigués para hacer un estudio pionero sobre adicciones tecnológicas. Su equipo encuestó a 4.867 alumnos de ESO, FP y Bachillerato de Vigo, de una población total de 33.000 vigueses con edades entre 12 y 20 años. «Se trata de un estudio muy profundo y completo sobre adicciones tradicionales pero también de los nuevos comportamientos en Internet. Dejan a Vigo en buen lugar en el consumo de alcohol o drogas, estamos mejor que el resto porque el trabajo en prevención de los últimos 25 años ha dado sus frutos», dice Rial. El panorama es más sombrío respecto a la adicción tecnológica. «Vigo es de los pocos que tiene un estudio de esta envergadura. Saber la realidad ayuda a mejorarla», añade el investigador.
El informe detecta que uno de cada cuatro vigueses de 12 a 20 años es adicto al porno. El porcentaje se dispara al 60 % en adolescentes de 16 y 17 años. «El consumo de porno ha aumentado, se ha duplicado, hay que preguntarse qué tipos de contenidos afectivos y modelos están mirando los jóvenes a edades más tempranas. El porno es una distorsión de la realidad afectiva y sexual y el que lidera esta educación es el porno de Internet y no las familias», añade Rial Boubeta. Sospecha que casos como los de La Manada surgen de la nueva educación sexual y afectiva que surge del porno en Internet.
Una gran preocupación es la ludopatía, «que se ceba con los más jóvenes, es un problema que está globalizado por Internet y las autoridades deben hacer un esfuerzo porque esto es una ola que arrasa, independientemente de la edad o el nivel cultural. No es algo propio de barrios pobres, nos pilla a todos», dice Rial. Un 10 % de los adolescentes apostó alguna vez en Internet y el 26 % en tragaperras o loterías.
Aunque hacer deporte reduce el riesgo de caer en la droga o el alcohol, los deportistas, incluso los federados, tienen más probabilidades de apostar on line al estar más expuestos a la publicidad y por el «sesgo del experto» que les hace creer que van a ganar por saber más que otros cuando, en realidad, es todo azar. Y el informe alerta de que algunos videojuegos introducen los micropagos y cofres con recompensas, una mecánica que luego se traslada a las apuestas.
Un tercio de las familias ejercen el control parental para limitar su uso de Internet y el móvil. Pero ahora los videojuegos están preocupando mucho a los padres de los benjamines de la Generación Z, niños de entre 9 y 12 años. Nacieron con Uber o Airbnb, las compras en Amazon, los repartidores Glovo, las series de Netflix y HBO y los mayordomos virtuales Alexa y Siri. Ellos viajarán en coches autónomos. «Muchas familias de Vigo están acudiendo a los pediatras porque sus hijos de 9, 10 y 11 años están enganchados a los videojuegos», afirma Rial Boubeta. Con 12 y 13 años también hay adicción a las pantallas y niveles. «No es algo baladí, se prevé que el videogaming vaya a más porque la industria de los videojuegos es la más boyante en el ocio», advierte.
El videojuego Fortnite es el predilecto del 71 % de los vigueses menores de 14 años y el 41 % del total. Hacer deporte no sirve para prevenir la adicción, pues «hasta los ídolos juegan al Fortnite y hacen sus bailes. Esto afecta a todos», avisa Rial.
Prácticas de riesgo: asaltos sexuales, fumar en cachimba, cannabis transgénico y «jarabe violeta»
Al botellón se han sumado nuevas prácticas de riesgo como el sexting (sexo por el móvil), el contacto con desconocidos en las redes o el cannabis mejorado genéticamente (que cuadriplicó su potencia psicoactiva respecto a hace dos décadas). Además, otros fuman en cachimba, miles de jóvenes «tontean» con el jarabe violeta (un brebaje para la tos con codeína que está de moda) y mezclan alcohol con bebidas energéticas. «Se ha banalizado el cannabis y los chavales lo consumen con un un patrón de ocio de riesgo, es muy peligroso y se inician a edades más tempranas», avisa Rial.
Además, en Vigo «los chavales se ponen a beber antes (a los 13,6 años de media) y se emborrachan antes». La buena noticia es que el porcentaje de bebedores en Vigo es menor que en la media galllega o española. «Hay chicas que sufren abusos sexuales con sumisión química. Solo una de cada diez denuncia. Esto no es en Sanfermines, sucede en Vigo, en grandes aglomeraciones con alcohol», añade.
Datos de los consumos de riesgo
Los adolescentes de Vigo empiezan a consumir alcohol a los13,6 años de media, el tabaco con 14,06 años, el cannabis con 14,96 años, emborracharse con 15,02 años, y las pastillas como sped o anfetaminas con 15,20 años. A los hipnosedantes llegan con 15,30 años y a la cocaína, con 15,36 años
Respecto a las adicciones a Internet, el 22,9 % admite que consume habitualmente porno en Internet, el 10,8 % ha apostado en línea, el 26,9 % es adicto a la Red y el 7,2 % se encierra 20 horas a la semana con videojuegos.