Las incompatibilidades y la inserción laboral son los motivos más frecuentes
10 ago 2021 . Actualizado a las 02:18 h.Un total de 3.338 hogares de Vigo y de los municipios de su área viven de la renta de integración social (risga), según datos del mes de julio. La cifra supone 475 menos que el mismo mes del pasado año, lo cual se puede interpretar de diferentes maneras: las familias han logrado una mejor situación económica o no han recibido la ayuda por incumplir alguna de las exigencias. La más repetida es la incompatibilidad de esta ayuda con el ingreso mínimo vital (IMV) o paga anticovid, del Gobierno central.
La caída ha sido general en todos los municipios. Solo en Vigo son ahora 2.179 los hogares que reciben la ayuda autonómica, 270 menos que hace un año. Le sigue en número de risga percibida en la actualidad los cinco concellos de la comarca de O Condado, con 305, y O Morrazo, con 272. A continuación figuran O Baixo Miño (150), A Louriña (137), la llamada comarca de Vigo, en la que se engloban los concellos de Salceda, Soutomaior, Fornelos, Pazos de Borbén y Redondela, que entre todos reciben 121 rentas, O Val Miñor (102) y A Paradanta (59).
Muchas de las personas que ya no disfrutan de la risga de la Xunta han conseguido empleo con un salario suficiente como para poder vivir sin subvenciones. En concreto, un total de 122 perceptores de la renta de integración social han logrado acceder al mundo laboral a través de las ayudas a entidades locales de la Consellería de Emprego e Igualdade que tienen como objetivo favorecer la contratación de personas en situación vulnerable. En Vigo son 40 los beneficiados, seguido de O Porriño, con 20, y Redondela, Gondomar y Cangas, cada uno de ellos con 10. El resto, Mos, Baiona, Soutomaior, Salceda, Nigrán, Moaña y Fornelos, reciben aportaciones para cinco o menos empleos.
En general, los contratados se encargan de realizar obras o servicios de interés general en sus respectivos municipios. El presupuesto total destinado a las contrataciones es de 1,4 millones de euros y las ayudas suponen el equivalente para sufragar los costes salariales, incluida la cotización empresarial a la Seguridad Social durante un período de nueve meses. Algunos tienen la suerte de reenganchar o de encontrar otra salida laboral al terminar el contrato. A otros menos afortunados no les queda más remedio que recurrir de nuevo a las ayudas.
Muchos beneficiados de la risga solicitaron y recibieron la ayuda del ingreso mínimo vital desconociendo que ambas eran incompatibles. En este caso se ha dado la opción de reintegrarlo de forma voluntaria en un plazo máximo de 30 meses. De lo contrario, podría iniciare un expediente en la Consellería de Facenda. En esta situación hay más de 2.000 personas en Galicia que estuvieron cobrando la risga durante meses, a la espera de que la Seguridad Social tramitara sus traspasos al ingreso mínimo vital.
Bono eléctrico
Con lo que no es incompatible la risga es con el llamado bono eléctrico gallego, lo que permite a algunas familias disponer de ambas ayudas. En total son casi un millar los beneficiarios del área de Vigo, en concreto 948, de los que más de la mitad, 576, corresponden a la propia ciudad.
En lo que se refiere a los concellos del área metropolitana, los más beneficiados son O Porriño (104), Nigrán (82) y Gondomar (35). Este tipo de ayudas supone un respiro para los hogares, máxime en el momento actual con la subida que ha experimentado el recibo de la luz. El importe total destinado por la Xunta supera los 300.000 euros.
Organizaciones civiles y religiosas como Cáritas también se han visto obligadas a incrementar las ayudas para el suministro de electricidad a aquellas personas que se ven sin medios para abonar el recibo. Cada vez son más las que tienen trabajo, pero el salario les resulta insuficiente. A facilitar estos servicios y otros, como los alquileres, destina la organización el 42 % de su presupuesto anual, que el pasado año rondó los 200.000 euros.
El ingreso mensual familiar varía en más de 700 euros de unos municipios a otros
La desigualdad de unos concellos a otros es evidente si se tiene en cuenta la media del ingreso mensual familiar, que en Vigo es de 2.212 euros. La diferencia entre municipios puede superar los 700 euros. Es lo que sucede en dos concellos de la comarca de O Baixo Miño. Mientras los hogares de Oia encabezan la lista de mejores ingresos con una media de 2.505 euros mensuales, en Tomiño sucede todo lo contrario y se sitúan a la cola con 1.757. En el medio figuran A Guarda (2.203), O Rosal (2.048) y Tui (1.901).
En la comarca de O Val Miñor la situación está más equilibrada, aunque también hay diferencias. Mientras que en Baiona la renta es de 2.100, en Gondomar está en 2004 y Nigrán se queda un poco más baja, con 1.996.
En O Morrazo, la economía familiar de Moaña es un poco mejor que la de Cangas. La primera tiene una media de ingresos de 2.156 euros frente a 2.041 Cangas. Nadie diría con estas cifras que el comedor social de esta comarca se encuentra a rebosar y que no dan abasto a la hora de alimentar a las familias en situación vulnerable. Tal contradicción no es más que un exponente de las desigualdades existentes entre la población de un mismo municipio.
En O Condado la media más suculenta se detecta en As Neves, seguida de Mondariz Balneario, Salvaterra, Mondariz y Ponteareas, con la cifra más baja.
Por último, en A Paradanta, A Cañiza es el municipio que sale mejor parado con 2.064 euros mensuales por familia. A continuación figuran Crecente (2.019), Arbo (2.000) y por último O Covelo (1.902).