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Las cigalas ya se cotizan a 60 euros en los mercados de Vigo y las centollas, a 30

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

El precio del marisco empieza a trepar en el coste de la cesta de la compra

08 dic 2021 . Actualizado a las 23:56 h.

El marisco ha iniciado la escalada de precios navideña propiciando que muchos consumidores adelanten las compras, ya que la incertidumbre puede costar cara. En la plaza de abastos de Bouzas, los langostinos marcaban los 13,50 euros el kilo. Carmen García, vecina de la zona, aseguraba que prefiere esperar a los días señalados para comprar marisco. «No está muy caro», señalaba esta compradora del barrio.

Sin embargo, la centolla de la ría ya se cotiza a 29,90 euros, la almeja rubia a 25 y la japónica supera los 30 euros. «La almeja de Carril está prohibitiva y no la traemos», comentaban las vendedoras Begoña Fernández y Luisa Santos. Las pescaderas de Bouzas se levantan a las cuatro de la madrugada para surtir los puestos del mejor género. La pescadería Troulo es un referente porque lleva 50 años vendiendo el mejor pescado y marisco. En esta plaza, el berberecho vale 13,50, la cigala de Marín (de tamaño más bien pequeño) estaba a 18,50 el kilo y la bandeja de zamburiñas se vendía a 12.90 euros.

En el mercado del Progreso la mitad de los puestos estaban cerrados porque muchas pescantinas decidieron coger puente vacacional. No obstante, la compradora María Salomé aseguraba: «La plaza está bien hoy, pero he comprado mas bien pescado en lugar de marisco». Los pulpos de colores pardos se vendían a 17,50 euros el kilo, la nécora alcanzaba los 39 euros y el mejillón, el llamado marisco de los pobres pero no por ello menos rico, valía 3 euros. El mejillón mantiene los precios estables, lo que le convierte en un manjar disponible para todas las mesas. Las vendedoras decían que, por ahora, las almejas babosas permanecen sin grandes oscilaciones en el cuadro de precios y rondan los 30 euros el kilo.

La cigala, en general, lleva un camino muy ascendente. Aunque la capturan los barcos de Marín, procede de Gran Sol y el Brexit está pasando factura. «No bajó en agosto como suele bajar y las del número dos, que son del tamaño de un banquete de boda, valen ya 60 euros el kilo», señala la pescantina Ana García.

El percebe incluso supera el precio de la cigala. En la plaza del Progreso se puede comprar a 64 euros; eso sí, es de Baiona, arrancado con riesgo en los acantilados y rocas de la costa que lleva a la desembocadura del Miño.

Los pescaderos se encuentran a la espera de que se abra la veda de la vieira autóctona y en el negocio De Vigo al mar, Joana Díaz y Miriam Iglesias trajeron poco, «siete centollas solo», pero se vendió muy bien todo el género. «Fue un día bueno en el que vendimos también mucho rodaballo, merluza y rapante», explicaron.

Mari Carmen, al frente de La Perla, fue una de las pescantinas que más pescado despachó durante la mañana de ayer en un inmenso puesto que en realidad son varios unidos. Está decorado con redes y estrellas del mar y se encuentra en el centro de la plaza, por lo que es fácil posar la mirada en el amplio mostrador en el que la propietaria atiende con celeridad a los clientes mientras saltan las gruesas escamas de los salmones de enorme tamaño.

El trasiego también es notable en otros establecimientos tradicionales de compra de marisco en Navidades, como es el caso de la tienda de Pereira en Beiramar. Debido a las restricciones de aparcamiento por las obras, el local ofrece a los cliente un vale de párking en el auditorio Mar de Vigo. Ayer, muchos esperaban su turno armados de paraguas y chubasqueros. Y es que la espera valía la pena por el ahorro que supone: los langostinos australes del número dos valen aquí 10 euros el kilo.