La ONG Accem busca viviendas de alquiler para refugiados ucranianos en Vigo

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Vigo recibió este fin de semana a 33 personas que huyeron de la guerra

15 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Vigo no se desentiende del éxodo de millones de ucranianos por culpa de la invasión rusa. La ciudad recibirá a un número aún no determinado de refugiados que escapan del horror de la guerra. Algunos lo están haciendo ya porque tienen aquí lazos familiares o de amistad. Dentro de unos días comenzarán a hacerlo de una forma ordenada organizados por las autoridades.

La oenegé Accem se encarga en Vigo de coordinar la llegada y va a reforzar su sistema de acogida. Su principal necesidad en estos momentos es conseguir pisos de alquiler para poder alojarlos. Esta entidad busca viviendas de tres o cuatro habitaciones donde las familias puedan estar cómodas. «Sería lo ideal», señala el delegado en Galicia de la organización, Daniel Bóveda. Los arrendamientos estarán costeados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones gracias a la intermediación de esta ONG.

El Concello atiende desde este fin de semana a 33 refugiados. A última hora del sábado llegaron veinte en tren. Pasaron la noche en un alojamiento facilitado por el Ayuntamiento y por Accem. A la mañana siguiente, 18 de ellos siguieron hacia Oporto por decisión propia, según indicó ayer el alcalde. El domingo llegaron tres mujeres ucranianas y una familia, que se

«Los primeros que están llegando tienen amigos o familiares»

Daniel Bóveda es el responsable de Accem en Galicia 

El vigués Daniel Bóveda es responsable territorial de Accem, la ONG que se hace cargo en Galicia de proporcionar protección y seguridad jurídica a todos los solicitantes de protección internacional. Han atendido a más de 200 personas en los últimos cinco años. La emergencia humanitaria desatada por la invasión de Ucrania les obliga a reforzar su sistema de acogida.

—¿Quiénes son los primeros refugiados que están llegando?

—Por ahora son personas que se están moviendo por sus redes primarias, bien familiares o amistades que ya vivían en Vigo y su comarca. Tenemos gente alojada en nuestro centro de emergencia, pero el perfil es gente que ya tenía alguna conexión aquí.

—¿Cuáles son sus principales necesidades?

—Su primera inquietud es a nivel jurídico. Les derivamos a la policía para que obtengan la documentación. Una vez que tienen seguridad jurídica, hay que ver qué otras cuestiones precisan resolver, como alojamiento, apoyo psicológico, atención al idioma u orientación laboral si su nivel de lenguaje les permite entrar en el mercado laboral.

—¿De qué se encarga su organización?

—Desarrollamos el sistema de acogida de solicitantes de protección internacional. Tenemos plazas de primera acogida de emergencia residencial. Allí estarían a la espera de entrar en el sistema, que es de ámbito estatal. Les puede tocar un destino en cualquier ONG que está dentro del programa.

—¿Qué instalaciones tienen?

—Por el momento, contamos con un centro en Lugo, en A Coruña y otro en Vigo. Por protección de datos, no podemos facilitar la dirección. Hay que tener en cuenta que son personas que huyen de conflictos armados. A día de hoy estamos reforzando las plazas. Tenemos una ocupación de alrededor de 60 personas solicitantes de protección internacional, que no son solo ucranianos, pero la cifra se ha incrementado durante estos primeros días.

—¿Le parece bien que mucha gente esté viajando por su cuenta a recoger refugiados?

—No es conveniente puesto que puede generar una situación de desprotección, aún habiendo muy buena intención. Hay que canalizar toda esa solidaridad, ver una trazabilidad y, sobre todo, la protección de esas personas. Nos comentan las propias oenegés que trabajan en la frontera que esto puede fomentar, y de hecho se están dando casos, de redes de trata de mujeres con fines de explotación sexual. Por otra parte, tampoco nos dan a nosotros un margen de actuación al no venir por un canal oficial. Muchas veces nos encontramos con la situación de tener que gestionar una plaza en cuestión de un par de horas.

—¿Qué cree que va a suponer para Vigo y su comarca la llegada de refugiados?

—Esto bien gestionado será una oportunidad. El capital humano y cultural que nos va a llegar tiene que ser visto como una oportunidad en nuestra comunidad que, a parte, está envejecida. Nosotros hemos recibido solicitantes de protección internacional de Ucrania desde que en 2015 estalló el conflicto en Donbass. Tienen la ventaja de que su situación jurídica está asegurada, cuando antes la mayoría de las resoluciones eran negativas, dejándoles en una situación de irregularidad sobrevenida. Ahora afortunadamente, una vez que se cubre esta seguridad jurídica se puede trabajar el empleo o el aprendizaje del idioma.

—Muchas personas han ofrecido viviendas de forma altruista.

—Hay que ser rigurosos con lo que se está ofreciendo. Por ahora no hay una necesidad imperante. Esperamos que la solidaridad continúe porque esta situación tiene pinta de que se va a prolongar.

alojaron con sus allegados. También lo hicieron otras 25 personas, que se encuentran en domicilios de amigos y familiares, si bien el Concello les está buscando un lugar donde vivir. La mayoría son mujeres y niños.