
Los fármacos se aplicaban sin recetas ni tratamientos médico supervisado
19 jul 2022 . Actualizado a las 09:05 h.Una vecina de Vigo figura en un procedimiento judicial que puede finalizar, de prosperar la acusación de la Fiscalía, acusándola de un doble delito de maltrato en el ámbito familiar y contra la salud pública. Las diligencias de investigación sitúan a la madre denunciada proporcionando, desde enero del 2017 hasta diciembre del 2020, diversos fármacos. Tramadol desde diciembre del 2017 hasta junio del 2018; flecaidina, prometazina y tramadol desde abril del 2019 hasta octubre del mismo año; flecainida y tramadol desde febrero del 2019 hasta diciembre del mismo año y flecainida casi todo el 2020.
La investigación revela que la investigada es enfermera de profesión en ejercicio, y que el suministro de los medicamentos se hizo de forma controlada y conociendo sus efectos secundarios. Principalmente depresores sobre el sistema nervioso central, que producen los medicamentos tramadol y Prometazina. A mayores, los potenciales efectos cardiotóxicos de la flecainida.
La investigación deja constancia de que dichos fármacos se consumieron sin receta ni control médico, y, en consecuencia actuando con conocimiento del riesgo que ello entrañaba para la integridad física y vital de la joven.
El procedimiento judicial deja constancia de que a raíz de la incidencia y efectos de consumo, la menor sufrió diversos cuadros de somnolencia que dieron lugar a la realización de consultas médicas, sin advertirse sintomatología ni prescribirse tratamientos médico alguno.
Cambio de tutela
El Juzgado de Instrucción número 12 de Vigo, en junio del 2017, atribuyó la guarda y custodia de la menor a la madre, con un régimen de visitas a favor del padre. Ya otro auto judicial, en este caso de abril del 2019, se acordó la medida cautelar de que dichas visitas se realizaran de forma tutelada en un punto de encuentro familiar. Pero a mediados del 2021, esa medida fue dejada sin efecto por otro auto judicial. Ya el pasado marzo, y a raíz del procedimiento judicial iniciado por la medicación que la menor estaría recibiendo por indicación de su madre, y con las diligencias previas ya iniciadas por estos presuntos delitos, se atribuyó la guardia y custodia de la joven a su padre. También se estableció un régimen de visitas a favor de la madre y una pensión de alimentos a su cargo.
Las partes están a la espera de que la Fiscalía resuelva la calificación que considere oportuno de los hechos investigados.