Los límites a la cría y a comerciar con animales exóticos afectará a sus ingresos
12 feb 2023 . Actualizado a las 00:37 h.La recién aprobada Ley de Bienestar Animal sitúa al borde de la desaparición a las tiendas de mascotas. La nueva normativa plantea la creación de un «listado positivo» con las especies que sí se pueden tener en casa como animales de compañía. Pero se prevé que sea muy corta. Quedarán prohibidos aquellos animales que puedan transmitir enfermedades, como las tortugas. Tampoco se podrán tener animales invasores como hámsteres, conejos o periquitos, así como todas las especies exóticas que no sean autóctonas de España, entre los que se encuentran los loros, guacamayos, camaleones o iguanas entre otros, muy habituales hasta ahora en las tiendas, que se verán muy limitadas. Venderán menos animales y menos alimentos y accesorios.
«Cuando salga publicada la ley, supondrá el cierre. Nosotros vivimos de los animales. Si nos prohíben tenerlos, no podremos seguir trabajando», lamenta Matías Abonjo, responsable de la tienda Animalia de la avenida de Castelao, una de las más grandes de la ciudad. Ninguno de los animales que tiene en su tienda son autóctonos. «Las tiendas que vivimos de animales criados en cautividad, al final tendremos que cerrar. Tenemos dos opciones, o traer animales de captura en la naturaleza, que no va dentro de nuestra filosofía o directamente, dejar de vender animales», afirma.
La nueva ley implicará cambios que serán difíciles de asumir. No se podrán tener expuestas las mascotas al público. Con esa medida se pretende prevenir las compras compulsivas.
Matías afirma que, desde que se publique la ley en el Boletín Oficial del Estado, tendrán un plazo de seis meses para adaptarse a esta situación. «Si tenemos que adaptar una tienda para tener a los animales en un cuarto sin luz ni condiciones, eso no es bienestar animal», señala. Él mismo no sabe qué va a hacer con todos los animales que tiene en la tienda. A nivel nacional, están en juego más de 200.000 empleos directos e indirectos de un sector que factura anualmente 3.500 millones de euros. Matías afirma que ya desde que se presentó el anteproyecto de ley notó un bajón en las ventas y tuvo que reducir su plantilla de seis a cuatro personas. La razón es que los ciudadanos están preocupados por el alcance de la nueva normativa y dudan si comprar una mascota. «Mucha gente nos llama porque no sabe qué hacer con los animales. Se corre el peligro de que algunas personas irresponsables los suelten por el miedo a sanciones. Lo que va a suponer esta ley es un mayor abandono animal y que proliferen las especies invasoras», afirma. En su opinión, la nueva legislación persigue prohibir la tenencia de animales en el futuro. «Si no hay animales, nosotros no tendremos de qué subsistir», afirma.
Matías fue empleado de la tienda pero hace ocho años asumió las riendas del negocio e hizo dos ampliaciones. «Llevo siete años, es mi ilusión y mi sueño, así que imagínate cómo estamos, levantarte un día y que te digan que lo que tú haces está mal y que lo quieren prohibir, sin argumentos científicos».
«Una burla»
Las protectoras también están en contra de la nueva ley. Silvia Romero, presidenta de Os Biosbardos, afirma que es «una burla con dinero público. Es una ley que no protege a los animales más vulnerables y eso es indecente. Es como si haces una ley de protección de la infancia y dejas fuera los que viven en riesgo de exclusión social». Excluye a los perros de caza y a los animales utilizados para la investigación, «todos aquellos que son usados por el ser humano para su propio beneficio». Además cuestiona que se vaya a dotar de medios para llevarla a cabo.
Una medida que no gusta a los empresarios del sector por no haber sido consensuada
La Ley de Bienestar Animal no gusta a los responsables de las tiendas de la ciudad que se dedican al mundo de las mascotas. «Los maltratadores somos los criadores de perros y no los cazadores ni los toreros. Con eso, ya pierde todo el respeto que podía tener esta ley, cuando el 90 % de los perros abandonados provienen de la caza», afirma Noelia Manzano, de la tienda Bichos, en la calle Santo Domingo. También está en contra de que se de carta blanca a los centros de adopciones y protectoras, «cuando la mayoría no tienen núcleo zoológico ni licencia de ningún tipo. El 90 % de las casas de acogida ni cumplen ni tienen personal cualificado», señala.
Para Montse Rodríguez, de Animal Shop, en la Travesía de Vigo, después de 23 años en este sector hay cuestiones que le parecen ridículas. Por ejemplo, que haya que pedir un permiso para poder comprar un perro o tener que hacer un test por Internet. «Me parece un cursillo que no valdrá para nada. Nadie puede regular si la persona que lo hace miente», afirma.
Joan, que trabaja en la tienda Avilandia de Gregorio Espino afirma que ni siquiera los veterinarios están a favor de la ley. Denuncian en su revista especializada que no se haya contado con ellos en su redacción. Palpa además una gran preocupación entre los aficionados a la cría de aves. «Son gente normal, de la calle, que a lo mejor tiene dos parejas y que cría no para la venta, a lo sumo intercambia con algún compañero y ahora no saben qué van a hacer». Considera que eso repercutirá mucho en las ventas en las tiendas de animales, porque tendrán menos demanda de material.