Los vecinos demandan mantenimiento en esta zona de Vigo: «Llevo 30 años y nunca estuvo limpio»
18 may 2023 . Actualizado a las 19:51 h.En pleno centro urbano de Vigo, en la transitada calle Martínez Garrido, se encuentra una zona que, a pesar de albergar importantes asociaciones y entidades públicas, como Érguete, Down Vigo, Afaga y la asociación de vecinos del Calvario o la escuela oficial de idiomas, lleva años sumida en un estado de degradación preocupante. Con la presencia diaria de cientos de usuarios que acuden a estas instituciones, muchos vecinos y usuarios protestan porque tengan que atravesar un entorno tan descuidado.
Desde el exterior, la falta de mantenimiento es evidente. Las paredes de los edificios están completamente cubiertas de pintadas y grafitis. Además, el lugar ha sido tomado por indigentes que pernoctan en él, dejando tras su paso rastros de su estancia, como colchones y ropa sucia abandonada. Uno de ellos incluso ha improvisado un hogar en uno de los soportales, cerrándolo con cartones. Allí lleva a cabo sus actividades diarias, durmiendo, lavando su ropa y colgándola en un improvisado tendal.
Una de las escenas más desagradables se encuentra en una zona con poco tránsito, donde los indigentes aprovechan para defecar, convirtiéndola en un lugar plagado de excrementos humanos. Además, la acumulación de basura en las esquinas es un hecho constante, generando una imagen de abandono y descuido.
En cuanto al estado de la infraestructura, se observan paneles deteriorados en un falso techo, que han sido colonizados por palomas, cuyos excrementos se acumulan en el suelo, creando un entorno insalubre y poco atractivo para los transeúntes. Escombros y objetos abandonados, como un colchón en una de las áreas, son comunes en esta zona.
Resulta un contraste muy llamativo que, mientras esta área de la calle Martínez Garrido se encuentra en un estado deplorable, el tramo recientemente renovado por el Ayuntamiento se presenta impecable. Las farolas del alumbrado público aún permanecen envueltas, esperando ser estrenadas, y la avenida en su conjunto luce completamente nueva. Esta situación genera una evidente disparidad entre las áreas atendidas y las desatendidas.
La cuarta fase de humanización, en la que el Concello ha invertido 1,2 millones de euros, comprende desde el número 1 al 33 y ha contemplado la renovación de las redes de abastecimiento y riego, y de colectores de saneamiento, y una nueva instalación de pluviales, así como el soterramiento de la red de iluminación y semáforos y la instalación de jardineras, nuevas farolas, elementos de protección, decoración, mobiliario, semáforos y señalización. El conjunto de la humanización de Martínez Garrido se traduce en 5 millones de euros, pero la zona interior continúa sin mantenimiento.
Los vecinos de la zona expresan su descontento y solicitan una mayor atención y limpieza por parte de las autoridades municipales.
Descontento
Los ciudadanos demandan una acción inmediata y una mayor implicación por parte del Ayuntamiento para restablecer la limpieza y el cuidado de esta área tan transitada de Vigo.
Una joven que se desplaza en muletas señala que la bajada hacia la piscina municipal se encuentra en mal estado, con separaciones demasiado grandes entre las losetas, lo cual representa un peligro evidente de tropiezos y caídas. «Lo que deberían hacer es hacer arreglos para que las palomas no aniden ni dejen todo sucio. Además en las bajadas a la piscina te matas, no es la primera persona que se cae por el desnivel y porque hay baldosas que están rotas y está la acera levantada por los árboles», señala Iria, una vecina de la zona.
«También la gente no cuida. Vienen a cortar la hierba, barren, pero aquí hay poco civismo», señala una persona de la tercera edad.
Otra vecina muestra unas humedades en las escaleras de acceso a su edificio desde la calle. «Es insalubre. Viene de las tuberías de dentro. Unos dicen que es de la Xunta, otros de la concesionaria, pero el caso es que mire cómo está. En general está todo muy feo y abandonado. Hace 30 años que estamos aquí y esto nunca fue limpio. No sé a quién compete mantener esto en buenas condiciones», señala esta vecina que reside en el número 27 de la calle.
