
Los chef vascos Rafael Pérez y Elena Garmendia clausuran el gastrobar
10 nov 2023 . Actualizado a las 22:52 h.Los chefs vascos Rafael Pérez y Elena Garmendia se han visto obligados a cerrar La Carpintería, un restaurante gastrobar de Bouzas que se había convertido en un referente de la nueva cocina vasca con fusión gallega y que era un lugar de encuentro de amantes del buen yantar a un precio razonable. El restaurante se encuentra en la calle Alfolíes y ha tenido que clausurarse de momento y, sin fecha de reapertura, por la enfermedad del cocinero bilbaíno, que lleva muchos años en Vigo.
La Carpintería tiene soletes de la guía Repsol y la repostera Elena Garmendia, encargada de la carta de postres, fue premiada el año pasado por su tarta de manzana, considerada como la mejor de España en el certamen de la feria Gastronomika de San Sebastián.
En la puerta del local, que tenía una terraza, unos turistas madrileños que están de vacaciones en Vigo por el puente de la Almudena han podido leer: «Estamos cerrados por enfermedad. Gracias por tantos años de éxito. Hasta siempre», lo que parece una despedida definitiva que mucha clientela fiel espera que acabe convirtiéndose en un paréntesis. «Hemos venido a este restaurante porque nos hablaron de él y ahora no sabemos dónde podemos ir a comer», decía el madrileño Javier Oroz, que descartaba los mesones tradicionales que abundan en la zona de Bouzas y buscaba con su familia algún establecimiento más sofisticado.
El nombre del local responde a que antaño fue una carpintería y, anteriormente, un almacén de sal para barcos junto a los muelles de Bouzas. La decoración del restaurante llamaba la atención de los comensales: mesas para cortar madera, taladros y serruchos. La repostera Elena Garmendia, siempre sonriente y amable, se paseaba pocos días antes de cerrar con una bata azul de carpintero que había sido recuperada como uniforme de trabajo después de que en los últimos tiempos el personal vistiese de manera más sobria, de negro.
La atención del servicio de sala era extraordinaria, los profesionales de la barra y de las mesas mimaban al cliente con un respeto y educación que a veces se echa de menos en otros locales. La materia prima se podía ver sin trampa ni cartón desde la sala, mientras Rafael trabajaba en la cocina con sus ayudantes. Al mediodía y los fines de semana el gastrobar se llenaba y era casi imposible llegar a comer y que hubiese una mesa libre, ya que recibía en sus mesas a numerosos empresarios de la zona que buscaban un menú del día de calidad y alejado de los tópicos.
En el 2014, el año en el que abrió, La Carpintería fue ganadora del concurso Petisquiño innovador con su pintxo de cocido gallego. El origen vizcaíno de los propietarios se podía comprobar en la carta, con el talo vasco de ternera, cebolla encurtida y maíz o el bonito de temporada al que Rafael daba el punto exacto. Tenía platos sugerentes como huevos a baja temperatura con tartufo y boletus o un carpaccio de cigalas y carabineros, sin desmerecer el pulpo frito con mojo palmero, combinando la cocina gallega y el arte canario a la hora de preparar las salsas.
La cocina de Rafael en La Carpintería ha sido fruto de la fusión de la tradición vasca y gallega con influencias de cocina viajera, fruto de su bagaje vital. Sus platos reflejan la solidez y equilibrio de su personalidad. Amante de los animales, le gusta pasear a su perro por Bouzas y en el restaurante tenía a la entrada un lugar donde poder atarlos. Y es que la pareja que regentaba el negocio ha ido formándose en numerosos restaurantes de alta categoría de la península y acabó recalando en Galicia gracias al Camino de Santiago, tras recorrer Cantabria y Asturias trabajando en los mejores hoteles antes de recalar en el Pazo de los Escudos, que fue donde decidieron montar su propio restaurante y eligieron Bouzas para vivir y trabajar. El gastrobar tenía la distinción de la FACE (Federación de Asociaciones de Celíacos de España) por la tranquilidad, variedad y seguridad de los menús sin gluten que ofertaban y durante el covid extremaron las precauciones más que ningún otro restaurante de Vigo.