
Controversia vecinal por la acción de la excavadora, que se ha llevado por delante robles, sauces y eucaliptos
23 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El ambicioso proyecto de ampliación del polígono de Navia, en el que está prevista la construcción de 1.600 pisos sociales, tiene un coste medioambiental que ha levantado una fuerte controversia vecinal en el barrio. Las excavadoras han arrasado con un bosque que hacía frontera entre la vieja parroquia y la nueva urbanización, en el que había cientos de robles, sauces y también eucaliptos.
En su momento, en estos terrenos se asentaron chalés que fueron expropiados y también chabolas. «Lo que pierden unos lo ganan los otros», señala el vecino Manuel Cabaleiro. Varias casas han sido derribadas ya y otros esperan por la piqueta.
La maquinaria de la UTE formada por Dragados y Ramírez, a la que la Xunta adjudicó el proyecto de urbanización por 14,3 millones, ha acabado en pocas semanas con una fraga, un bosque atlántico que servía de refugio a numerosas aves y especies, según un grupo de vecinos que se concentró en la zona y la asociación ecologista Adega. «No nos gusta nada, pero no podemos hacer mucho más», asegura Ana Martínez, la presidenta de la asociación de vecinos Vigo Novo. Encabeza un barrio en el que viven ya 10.000 personas y que duplicará el vecindario gracias a las 1.600 nuevas viviendas de protección oficial
Cuando se presentó el proyecto de ampliación del PAU de Navia, al que en enero del 2023 dio el visto bueno el Concello de Vigo, las autoridades aseguraron que se iba a preservar la carballeira. Lo cierto es que, a día de hoy, en la avenida de Pedra Seixa ya no se divisan los frondosas troncos de los robles sino que han sido tronzados por las máquinas removiendo la tierra, un rico mantillo que permitía el crecimiento de árboles de gran porte: desde carballos a sauces pasando por eucaliptos que despejaban las fosas nasales de los acatarrados que acudían centro de salud de la zona.
Ante la puerta de este, la paciente Marisa Regueiro exclama: «Imagino que las viviendas hacen falta». La urbanización de las calles estará terminada en marzo o abril del 2025, según fuentes de las adjudicatarias. A partir de ahí, se harán lotes donde las diferentes cooperativas llevarán a cabo las construcciones de las viviendas sociales. «Debería haber estado terminada esta segunda fase hace dos años», señala la presidenta vecinal, que confía en que finalmente se respeten zonas de carballos y otros árboles en un entorno que está de camino hacia la playa de Samil, donde en su día ya se arrasaron las dunas.
Cerca de las viviendas sociales, el Concello proyecta el Vigo Arena. La ubicación ha originado también el rechazo de Adega, la Asociación para la Defensa Ecológica de Galicia. La entidad ha recordado que va a estudiar posibles irregularidades en la aprobación provisional realizada el pasado día 28 de diciembre, gracias a la mayoría absoluta del PSOE.