Cinco inmuebles rodearán el parque que se ultima entre Tomás Alonso y Covadonga
31 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Vecinos de Bouzas impulsan una cooperativa de viviendas en una zona del barrio degradada entre las calles Covadonga y Tomás A. Alonso. El casco viejo de la villa se esta regenerando de la mano de promotores particulares que reciben ayudas para la rehabilitación de inmuebles y que buscan financiación en los bancos para promover y desarrollar pisos a precios más asequibles que los de otras constructoras. Una de ellas propició la recuperación de un antiguo edificio situado en la fachada del paseo marítimo y ahora se está poniendo en marcha otra iniciativa de emprendedores y vecinos para construir 27 viviendas en el entorno de una nueva plaza pública que se está terminando. Es el polígono VI de Bouzas.
La operación consiste en levantar cinco edificios que tendrán rasantes similares a los colindantes, con la idea de que no superen las tres alturas. Los edificios se ubicarán rodeando el nuevo espacio verde que ha creado la constructora Civis Global. Esta empresa, que también construyó el nuevo paseo marítimo, comenzó a trabajar a finales del año pasado en la calle Covadonga y ha creado una recoleta plazoleta de 1.500 metros cuadrados con césped, arbolado y bancos para sentarse en un lugar situado en las proximidades del mercado de abastos de la antigua villa marinera. La plaza está a punto de terminarse y en ella se pueden ver los solares en los que se levantarán los futuros inmuebles de poca altura.
Uno de ellos estaba ocupado por un antiguo taller de reparación de motores navales. La factoría, que tenía mucha actividad, se ha tenido que mudar al Calvario aunque sus clientes eran de las proximidades. Las negociaciones hicieron que el plan de urbanización que se previó en el año 2021 se está concluyendo ahora, tres años más tarde. Hasta finales del 2022 no se le dio un empujón urbanístico a la iniciativa, que forma parte del plan especial de reforma interior de Bouzas (Pepri). Este abarca una superficie total de más de 160.000 metros cuadrados y trata de impulsar la reconstrucción y puesta en el mercado de unas 500 viviendas en varios polígonos. Muchas de ellas ya se pueden ver en el paseo marítimo, en la calle Santa Clara en la alameda o en la calle Ferreiros, por poner ejemplos de ámbitos en los que se han acometido obras.
La construcción de la nueva plaza ha supuesto el derribo de una antigua fábrica de salazones, Casal y Candeira, una empresa histórica nacida en 1915 que tenía una magnifica chimenea de ladrillos y que constituía un paradigma de la vieja industria conservera de una villa volcada al mar. Pero lo que quedaba de la fábrica fue derribado.
En este entorno se ha salvado la casa con patín situada en la calle Covadonga y que se encuentra en pie en un estado ruinoso y pendiente de rehabilitación. En Bouzas hay varios ejemplos notables de casas con patín, una de ellas es actualmente un centro cívico con biblioteca. «La zona ha quedado bien. A los dueños del taller no les hizo gracia y a mí no me ha gustado tener que perder mi huerto», señala Antonio Díaz, un vecino de una casa de 130 años de antigüedad que cultivaba un trozo de tierra abandonado delante de su inmueble y que ahora tiene que desplazarse a Chandebrito para satisfacer su afición hortícola. Su antiguo huerto se convertirá en parte de las 27 viviendas.
Los vecinos del entorno, en parte decrépito, están satisfechos con «generar más zonas verdes porque aquí hay muy pocas». En los últimos años, los escasos 4.500 metros cuadrados de jardines del barrio han aumentado, pero todavía su ratio es insuficiente para una villa en la que se está renovando la población con la llegada de familias con niños en edad escolar.