La baja de 57 agentes de la Policía Local de Vigo condiciona la vigilancia de la ciudad
VIGO CIUDAD

Las ausencias con parte médico llegaron a 90 el año pasado en esta plantilla
12 jul 2024 . Actualizado a las 10:17 h.La Policía Local de Vigo tiene actualmente a 57 agentes de baja médica. Ya sea por patologías físicas o psicológicas. La merma de funcionarios, junto a las ausencias de otros compañeros que disfrutan las vacaciones de verano, condiciona la confección de los turnos para cubrir la ratio de agentes necesarios para Vigo, ya sea en el turno de la mañana o de la tarde, y especialmente para la noche. La plantilla de la Policía Local de Vigo está actualmente formada por 340 agentes, de los que aproximadamente 100 realizan labores de oficina. Los otros 240 son agentes de calle, y la mayoría de los 57 agentes de baja forman parte de ese grupo operativo. La cifra de bajas del 2024 resulta alarmante en la plantilla, que ya vio en el 2023 cómo el número de bajas médicas fue igualmente elevado. Se contabilizaron 90.
La búsqueda de soluciones para cubrir los huecos que dejan los agentes de baja implica recurrir al programa de refuerzos de la Policía Local. Consiste en llamar a agentes que están de libranza o vacaciones para suplir a los compañeros ausentes. Estas sustituciones, si coinciden en sábado o domingo, conllevan una gratificación apetecible. Y es que cada agente que acepte dejar su descanso por trabajar recibirá unos 230 euros por cada sábado o domingo que esté activo.
La gestión de la bajas médicas de agentes de la Policía Local de Vigo conllevó en abril del 2023 un cambio importante. Hasta ese momento, los funcionarios de baja no tenían derecho a cobrar los pluses de nocturnidad y festividad. Desde abril del 2023, cuando se firmó la nueva relación de puestos de trabajo (RPT) del departamento, los agentes tienen derecho a cobrar el 100 % del sueldo aunque estén de baja, y mientras dure la recuperación. El Concello tenía varias sentencias en contra del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia sobre estos complementos, que el Supremo acaba de refrendar.
El nuevo escenario coincide con el incremento de bajas laborales, explican en la plantilla. «Antes de la nueva RPT también había muchas bajas, pero no tantas como desde el año pasado. Y sobre todo, tan largas. Se prolongan meses en algunos casos y algunas ya superan el año».

El problema, por ahora, no afecta a la presencia de agentes en las calles gracias a los compañeros que aceptan trabajar estando de libranza o de vacaciones. Pero sí condiciona el diseño de los turnos para no perder la presencia de patrullas mínimas en cada turno. Ese sobreesfuerzo remunerado genera también un sobrecoste para las arcas municipales. El año pasado, por ejemplo, se elevó a 1,1 millones de euros.
Según un informe del intendente jefe de la Policía Local, la carencia de medios personales del cuerpo «é unha realidade indiscutible». El mando policial asegura que «non e posible garantir a prestación ordinaria das funcións previstas no ordenamento dun xeito eficaz». La presencia de los agentes en los espacios públicos y la vigilancia resulta insuficiente y deja fuera de las posibilidades de la Policía Local abordar profesionalmente los servicios de carácter extraordinario y eventos que demandan gran cantidad de dispositivos policiales.
Ante el problema de falta de medios, el gobierno municipal opta por pagar sobresueldos a los agentes que se encuentran en activo para hacer jornadas extraordinarias. Concretamente, la cantidad que las arcas municipales desembolsaron a los policías en 2023 para que trabajen más allá del cumplimiento de sus jornadas ascendió a 1.151.236 euros. Es el precio que el Concello tiene que pagar por las 4.628 jornadas de ocho horas que hacen falta para poder acometer de manera eficaz necesidades ordinarias puntuales y eventos extraordinarios.
La renovación de motos oficiales con exceso de uso llegará en otoño con más de 20 nuevas
El parque móvil de motos de la Policía Local de Vigo lleva al menos cinco años esperando su renovación por necesidad. Muchas de las actuales tienen demasiadas horas de uso, lo que ya provocó que un buen número y durante bastantes meses estuvieran estacionadas en el garaje del Ayuntamiento hasta someterse a mejoras o a su renovación definitiva. Pero este problema parece que en otoño tendría al fin una solución con la entrada en vigor del nuevo contrato de renting que el Ayuntamiento ha sacado a licitación para que las empresas opten a la concesión. Una vez completado el proceso, la plantilla prevé la incorporación de más de 20 motos nuevas para que los agentes patrullen con todas las garantías de seguridad.
El año 2021 fue especialmente crítico. Había tan solo 21 motos disponibles; a mayores, otras 18 estaban en desuso por averías y otras secuelas de los muchos años que llevan dando servicio. La cifra, al mirar por el retrovisor, y no tan lejos, resulta más alarmante. El escenario previo a la pandemia, que empezó en marzo del 2020, era mucho mejor. Se disponía de 50 motos, aunque también con averías y otras cicatrices propias de un uso prolongado más allá del recomendado por los propios fabricantes. El origen del descenso drástico nace en la obligación imperiosa de jubilar a muchas, que, simplemente, dejaron de carburar, precisamente, por pretender prolongar su vida útil más allá de lo imposible.
Algunas motos llegaron a superar los 80.000 kilómetros de uso, y arrastran averías constantes intermitentes, de cambio de aceite o frenos en mal estado.