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Un exrecluso acusa a su exnovia de sustracción de menores: «Yo a mi hijo ni lo conocía, no lo vi en 5 años, no me dejan convivir con él»

E. V. Pita VIGO

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

Su hijo nació cuando él estaba en prisión. Luego se enteró de que su expareja había registrado al bebé en Vigo sin los apellidos de él y que ella se llevó al niño a mil kilómetros de distancia

23 oct 2024 . Actualizado a las 12:09 h.

Un expresidiario ha declarado hoy en un juicio contra su exnovia, a la que acusa de un delito de sustracción de menores porque llevó a su hijo común sin su permiso a vivir a Levante, a mil kilómetros de distancia de Vigo, donde lo escolarizó sin contar con la firma paterna. El expreso dice que no tiene medios ni dinero para mantener el régimen de visitas que le concedió la jueza de familia. El fiscal propone dos años y medio de cárcel para la acusada y la retirada de la patria potestad.

La clave del caso es que, según la madre, ella presentó unos meses antes, en el juicio de familia para dirimir si la patria potestad era compartida, un impreso de prematrícula del menor en un colegio de Levante. Con ese argumento intentó convencer a la jueza de que no se fugó con su hijo después de que el padre ganase el caso sino que ella había anunciado la mudanza en la misma vista judicial.

Por contra, las acusaciones le replican que «maquinó una estrategia» para llevarse a mil kilómetros de distancia al hijo cuando el padre salió de prisión y este logró en los tribunales la patria potestad compartida. Ella alega que tuvo que mantener al hijo con su único salario durante años porque el progenitor estaba en prisión.

 «Yo a mi hijo ni lo conocía, no lo vi en cinco años, no me dejan convivir con él, yo lo que quiero es verlo», dijo el padre en un juicio que se ha desarrollado en la mañana de este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo. Debido a que el implicado ingresó en prisión cuando su novia estaba embarazada de tres meses, no pudo ver al hijo hasta que salió de prisión cinco años después, salvo con vigilancia policial.

El hombre relató que, cuando nació su hijo fuera del matrimonio, él estaba en prisión cumpliendo una condena por atraco y luego por un asalto a una vivienda en distintas localidades de España. Seis meses después del nacimiento, la policía lo llevó esposado a ver al niño a Vigo y luego la familia tuvo un bis a bis con él para mostrarle al menor.

El progenitor se quejó en el juicio de que durante cinco años no pudo ver a su hijo porque la madre, cuando nació el bebé en el 2015, solo lo inscribió con los apellidos de ella en el Registro Civil. «Ella me dijo que no le ponía mi apellido porque no quería», explicó el progenitor en el juicio. Por dicho motivo, él presentó una demanda de reconocimiento de filiación y paternidad, que ganó en el 2019.

En julio del 2021, la jueza de Vigo le otorgó la patria potestad compartida al padre y le concedió un régimen de visitas de fin de semana y vacaciones. A partir de ahí vio a su hijo los fines de semana pero la madre, según la acusación, puso excusas para viajar de vacaciones y luego, al inicio del colegio, se fugó a una localidad de Levante. «No vi a mi hijo en cinco años, solo lo vi una semana, cuando fui a buscarlo al colegio me enteré de que se había ido de la ciudad, me llamó diciendo: 'Papá, estoy en Madrid'», declaró el denunciante.

Los hechos se remontan a septiembre del 2021. Según la Fiscalía, la acusada, que vivía junto con su hijo no matrimonial menor y nacido en Vigo y del que tenía la custodia, sin el consentimiento del padre, ni autorización judicial, «de manera unilateral e injustificada», se mudó junto con el pequeño, de 6 años, a vivir a un pueblo de Castellón de la Plana, se empadronaron allí y escolarizó a un colegio público de esa ciudad.  

La Policía, según relató un agente por videoconferencia, fue a su casa en dicha localidad de Levante y la identificó. Ella alegó que estaba allí porque tenía problemas con el padre del niño.

La acusación sostiene que la madre obstaculizó e hizo «materialmente imposible de manera consciente» el cumplimiento del régimen de visitas, comunicación y estancia que le fue concedido al padre del menor en una sentencia dictada dos meses antes por el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Vigo en el procedimiento de familia de guarda, custodia y alimentos en favor de hijo no matrimonial. 

La acusación le achaca que no hubiese comunicado el cambio de domicilio al padre del menor que le venía reclamando desde el 9 de septiembre de 2021 para que le indicara dónde estaba su hijo, sin que ella lo reintegrase.

La Fiscalía solicita dos años y medio de prisión, se le retire a la madre la patria potestad por tiempo de cinco años, y se le prohíba acercarse a su exnovio y a su hijo a una distancia inferior a 200 metros por cuatro años. El Ministerio Público reclama que indemnice al padre con 6.000 euros por los daños morales derivados de no poder ejercer el régimen de visitas, comunicación y estancias con su hijo menor.

En el juicio declaró el actual novio de la pareja, a la que conoció en el 2015. Aseguró que la madre llevaba al niño a la casa de sus padres paternos y lo llevó a prisión para que lo conociese el padre. Dado que ambos progenitores no se hablan entre sí, él hacía de intermediario para evitar sus problemas de nerviosismo y de salud. Ella solicitó declarar la última en el juicio para dar su versión.

Defensa

La defensa pidió una condena alternativa por el delito de desobediencia para la madre en caso de no ser absuelta. Por su parte, la progenitora insistió en que había una relación cordial con el padre y no era necesario huir.

«Yo pensaba que no me iba a denunciar por esto porque nos llevábamos bien, le facilitamos todas las visitas, llevábamos al niño a los cumpleaños de sus abuelos, tíos, primos, había una buena relación. En verano él coge al niño un mes y una semana», dijo la madre en el juicio.

La mujer explicó que se quedó embarazada cuando su novio estaba en prisión. Salió de la cárcel y tres meses después volvió a ingresar por un asalto a una vivienda habitada, por lo que rehízo su vida con su actual pareja. Explicó que ella tuvo problemas de salud que hicieron más difícil su trabajo en una fábrica de Vigo, razón por la que se mudó a Levante con su actual pareja, donde hallaron empleo.

Alegó que en el juicio de custodia ya había avisado de su eventual deseo para trasladarse a finales del 2021 o 2022 a más de mil kilómetros de Vigo. Pero la Fiscalía recalcó que la sentencia no abordó esa posibilidad ni se pronunció porque no estaba en la mesa y decidió irse unilateralmente y sin permiso.

«Sabía que estaba mal porque actuó a escondidas, aportó el libro de familia antiguo en el que solo figura ella como madre», dijo la fiscal. El Ministerio Público recalcó que los cambios de domicilio no deben ser unilaterales y no consensuados teniendo en cuenta que el padre tiene dificultades económicas para cumplir las visitas a mil kilómetros de distancia. «No encontramos ni razonable ni y solo es una estratagema para obstaculizar la relación del padre con el niño e incluso una decisión caprichosa», afirmó la fiscal. Una sentencia de la Audiencia para cambiar la residencia concluye que la mudanza ya se había consumado y que fue necesario adaptar las visitas.

La defensa insiste en que meses antes hubo un aviso previo en un juicio de la prematrícula, que el exnovio estaba en la cárcel y no podía cuidar del niño ni aportar dinero a la familia (salvo los cien euros de pensión). Cree que la mudanza a otra ciudad estuvo justificada y fue lo mejor para el pequeño, al mudarse a otra ciudad donde había trabajo y una familia, la del nuevo novio, que le apoya y le ayudó a buscar empleo y mejorar en salud. Añadió que el niño está sacando muy buenas notas, todos sobresalientes. El hecho de que ella presentase un libro de familia antiguo para empadronarlo se debe a que los apellidos del DNI del pequeño no coincidían y ella les mostró la razón.