Arquitecto técnico, la profesión con pleno empleo en Vigo: «No damos abasto»
VIGO CIUDAD
El número de aparejadores en Vigo es insuficiente para cubrir la demanda
23 feb 2025 . Actualizado a las 20:42 h.Ser bombero, médico, veterinario, policía y ahora influencer puede ser la aspiración de cualquier niño cuando le preguntan qué quiere ser de mayor. Pero sería rarísimo que alguno dijera que estudiará para convertirse en arquitecto técnico o aparejador. Y, sin embargo, es una de las profesiones de futuro en Vigo. Pese a que el nombre de esta carrera a muchos jóvenes estudiantes les diga poco, su campo de especialización es amplísimo y permite trabajar en cuestiones tan gratificantes como dejar un planeta más limpio a las siguientes generaciones o hacer las viviendas accesibles a personas con movilidad reducida.
La arquitectura técnica no tiene paro en Vigo. Los aparejadores no dan abasto con su trabajo. Hacen falta más profesionales para cubrir la demanda de sus servicios. El Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Pontevedra (Coatpo) cuenta con 650 profesionales, de los que el 60 % trabajan en Vigo y su entorno. Y son pocos. Su presidente, Manuel Rañó, señala que la construcción atraviesa un momento bueno con obras nuevas y rehabilitaciones. El panorama es alentador porque el futuro Plan Xeral liberará suelo y otorgará seguridad jurídica. «Hacen falta técnicos que supervisen, dirijan y hagan proyectos. Como profesional, al igual que le sucede a otros compañeros, me llaman todos los días al estudio y tengo que rechazar trabajos porque estamos saturados. Si hubiese más gente nueva, tendrían trabajo», señala. El centro de referencia para la formación de los aparejadores en Galicia es la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica de A Coruña. Los profesionales señalan que sale poca gente titulada. «Entre los que se jubilan y los nuevos, no somos capaces de dar el servicio que se demanda. La escuela va a intentar aumentar el número de alumnos para el próximo año y nosotros colaboraremos para fomentarlo», señala Rañó.
Diferencias
La diferencia entre un arquitecto y un arquitecto técnico es la misma que distingue a un compositor de un director de orquesta. «Un arquitecto técnico tiene que ser un enlace entre el proyecto y la realidad. Tienes que solucionar los problemas que en el proyecto no vienen resueltos, anticiparte a ellos y resolverlos en la realidad. Al final somos solucionadores de problemas», señala el aparejador Alejandro Jacobo.
Raquel Pereira afirma que los arquitectos técnicos se mueven en un ámbito más amplio que los arquitectos, más centrados en proyectos de obra nueva. «Nosotros también hacemos proyectos de rehabilitación para mejorar la envolvente o accesibilidad y la apertura de locales para nuevas actividades. En esas dos ramas solemos intervenir más que los arquitectos», afirma. Paula Vázquez afirma que cubren una mayor variedad de intervenciones y el aparejador también colabora con el arquitecto de forma previa en la redacción de un proyecto.
Las salidas laborales son muy amplias. Hacen falta arquitectos técnicos como peritos en intervenciones judiciales, planes de seguridad y pueden optar a plazas de funcionario o profesores.
«Somos un grano de arena en la defensa de este planeta contra el cambio climático»
El trabajo del aparejador contribuye a hacer un mundo mejor porque es el profesional que se encarga de proyectos de mejora de la eficiencia energética en inmuebles. Los especialistas en este campo tienen mucho futuro por la mala calidad constructiva que ha imperado durante décadas y que obliga a muchos ciudadanos a tener un gran consumo energético en sus hogares para no pasar frío, emitiendo gases con efecto invernadero.
Alejandro Martínez, gerente de Alexo Ingeniería, señala que desde el 2008 «nos hemos dedicado a dejarle a los que vengan un mundo más limpio. Conseguimos nueve millones de euros en ayudas para comunidades de propietarios y obra pública en concellos para la recuperación demográfica. Son obras que han llegado a personas necesitadas que, de otra forma, no podrían rehabilitar sus viviendas».
Considera que medidas como el empleo de la biomasa, las bombas de calor, el aislante de fachadas y cubiertas, las ventanas de triple acristalamiento «contribuye a la recuperación del planeta». Por eso cree que «somos un grano en la defensa de este planeta contra el cambio climático» y que «unidos arquitectos, técnicos e ingenieros, podremos devolver a nuestros hijos el préstamo de usar bien la tierra para su disfrute». Considera que este prisma ecologista puede ser un aliciente para los aspirantes a estudiar la carrera de arquitectura técnica, una profesión que considera que debe ser vocacional.
Además tiene un gran nicho de trabajo. La eficiencia energética, la accesibilidad o la salud son los grandes pilares que mueven al Consejo General de la Arquitectura Técnica, dice Manuel Rañó.