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La policía va a su hotel y lo detiene por segunda vez por lo mismo: «Les recalqué 374 veces que era un error»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

E. V. Pita

Un juez se olvidó de borrar a un joven gallego de la lista de fugitivos. «Trabajo desde los 16 años», dice indignado

07 mar 2025 . Actualizado a las 00:39 h.

Adrián A. Hernández, un contable santiagués de 36 años que estaba alojado con su mujer en un hotel de Vigo, fue detenido ayer dos veces por lo mismo a causa de un error informático en las bases de datos judiciales. Una vez en comisaría, pidió el habeas corpus y el juez lo liberó «a los diez minutos». Demandó a la Policía «por no hacer bien su trabajo» y arrestarlo sin consultar primero.

El joven cuenta que hace dos semanas fue interrogado en el juzgado de Pobra de Trives mediante exhorto por una pelea multitudinaria que se disputó hace un año en el exterior de unas piscinas de Tarragona, localidad en la que residió nueve años. La trifulca fue entre los ocupantes de un coche y vecinos. Pasados unos meses, se mudó a Galicia, a una casa de aldea en Vilariño de Conso que compró. Desde allí teletrabaja como contable para empresas de hostelería.

Recientemente, la Guardia Civil lo buscó en su domicilio y lo trasladó a Viana do Bolo, donde al parecer pasó 24 horas en los calabozo. Los agentes le explicaron que el juzgado de Tarragona había dictado una requisitoria para que fuese localizado y declarase como investigado en la pelea.

Tras solicitar cita al juzgado, prestó declaración en Pobra de Trives sobre la pelea de Tarragona: «Yo negué mi participación, conté lo que sabía». Aclaró las cosas ante el juez y lo dejaron en libertad. Al salir, su abogado le previno: «Si te vuelven a detener, pide el habeas corpus», en referencia a que si volvía a los calabozos pidiese la inmediata comparecencia ante un juez. El joven, que había estudiado dos años de Derecho, tomó nota.

No se sabe cómo, su localización y toma de declaraciones en Trives no fue comunicada a Tarragona, o bien, ese juzgado no le borró ni dio de baja de la lista de fugitivos, por lo que su nombre siguió figurando en las órdenes de personación ante el juzgado.

Esta semana, el joven y su pareja se trasladaron a Vigo para hacer unas gestiones. Se alojaron en un hotel del entorno de Beiramar y dieron su DNI en la recepción, datos que se enviaron a la comisaría de Vigo como es habitual, donde saltó una alerta de requisitoriado judicial. A las siete y media de la mañana, la pareja oyó golpes en la puerta y voces de: «Abra, policía». «Abro los ojos, entra la policía y, yo en pijama, me dice que me ponga los pantalones por encima, que me llevan detenido a comisaría», relata el joven. Se quedó estupefacto: «Me detuvieron dos veces por lo mismo, es ilegal, me dijeron: ‘Te vienes detenido'. Les recalqué 374 veces que era un error».

Volver al calabozo

Cuenta que intentó explicarles a los agentes que «ya había estado detenido hace dos semanas y estoy localizado. Les pedía que llamasen al juzgado para comprobarlo pero me llevaron igualmente. Solo tenían que coger el teléfono y hacer una pregunta. No quería volver al calabozo un día entero».

Al llegar a comisaría, pidió el habeas corpus y lo trasladaron al Juzgado de Instrucción número 2 de Vigo, donde «a los diez minutos» me dejaron libre porque se había producido un error informático. Su nombre fue inmediatamente borrado de la lista de fugitivos. Salió a la una de la tarde. En total, pasó cinco horas detenido, y presentó una denuncia por detención ilegal: «La policía se portó bien conmigo, me dejaron fumar, pero su trabajo no lo hacen bien porque debieron haber llamado para comprobar».

«Me traen pasando vergüenza en el hotel y ¿con qué cara vuelvo ante mi mujer y la recepcionista? ¿Qué van a pensar? Soy un trabajador desde los 16 años y llevo trabajando toda la vida para ahorrar y comprarme una casa. No tengo que estar escondido, no bebo, no me drogo», afirma.