Tamara Alonso: «Cuando me hice vegana empecé a ahorrar en la cesta de la compra»

VIGO CIUDAD

La organizadora de la feria Vegana.gal, que va por su quinta edición, dejó de comer animales hace 9 años tras ver un documental y alimenta a su hija de dos con vegetales
29 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Huevo de gallina de casa fue el último producto de origen animal que comió Tamara Alonso (Vigo, 1990). «Lo dejé cuando di con una receta alternativa para la tortilla». Ante la escalada de precios que sufre estos días la cosecha avícola, esta creadora de contenidos reivindica su decisión. «Cuando me hice vegana, empecé a ahorrar en la cesta de la compra». De eso hace nueve años y, aunque los motivos económicos no estaban entre las prioridades, con los años Alonso no solo gasta menos en el supermercado, también ha hecho de su modo de alimentación una forma de vida para pagar las facturas.
Además de ser cofundadora de la feria Vegana.gal, ha creado una cuenta en Instagram y el blog dedondesacolasproteinas, también tiene una marca de moda sostenible corporativa Slowcrazy. «Intentamos derribar los esquemas mentales de toda la vida y abordar la información desde la evidencia científica». Asegura que su vocación no es convencer, sino dar alternativas a quienes quieren reducir el consumo de productos de origen animal, una filosofía que ha ido extendiendo a su entorno. Varias personas de su familia se han sumado a sus recetas y su hija de dos años ya es vegana.
«Yo no era la típica niña animalista que quiere ser veterinaria. Pero cuando tuve mi primer perro me lo empecé a plantear. Empecé a comprar pollo de corral, hamburguesas vegetales, cositas así para acallar mi conciencia. Hasta que un día mi hermana me propuso ver el documental El mejor discurso que jamás escucharás de Gary Yourofsky. Ese día dejé de comer animales». Tamara tenía 25 años y su hermana, 15. En ese momento inició su transición. Ya no consumía leche, dejó de comer huevo. Luego vino la preocupación por la cosmética y un cambio que, asegura, lo es también de mentalidad.
«Mi hija decidirá de mayor»
La cocina es la base de su activismo. En su cuenta de recetas explica también cómo alimentar a una niña de dos años con productos de origen vegetal. Frutas, legumbres, verduras y yogur de soja son la base de alimentación de la pequeña, tras haber consultado con una nutricionista. «Todavía toma leche materna, me aseguro de que tenga buenas fuentes de calcio, de hierro, que esté suplementada en vitamina B-12 y que tome alimentos ricos en Omega-3. Mi hija crece estupendamente y come en casa lo que comen sus padres. Ella decidirá de mayor lo que quiere comer». Puede que el comedor escolar sea un problema, explica, porque no hay una garantía de que se le ofrezca un menú vegano. «A nivel científico no hay debate. La alimentación vegetariana es la más estudiada de la historia siempre que esté bien planificada», insiste.
A los mayores los seduce con sus recetas. Cuando tiene invitados omnívoros escoge con cuidado el menú, pensando qué plato puede ser más atractivo. Lo que más triunfa entre los no veganos es la empanada que prepara en su casa de O Rosal, donde cultiva un huerto con productos ecológicos. El queso vegano con anacardos o las croquetas son otros de sus platos estrella. «Yo no obligo a nadie, yo te enseño la solución a un problema que todos sabemos cuál es. Me lee mucha gente que no es vegana, que quiere comer menos carne».
Ahí está la base de sus seguidores en internet y también en la feria que este año se celebrará en el Ifevi los días 25 y 26 de octubre. Cientos de personas viajan desde toda España para asistir a esta cita que ya desde el primer año registró colas en los accesos y que Alonso organiza con Ana Gontad, programadora cultural, y Rebeca Bande, educadora alimentaria. «Hemos tenido gente que se ha inscrito desde Texas». El proyecto llegó a celebrarse en Madrid, aunque Vigo sigue siendo base para dar visibilidad a un sector de productos de origen no animal que no para de aumentar.
No tanto así los veganos. La cifra de españoles que se alimentan de productos exclusivamente de origen vegetal no llega al 1 %, la gran mayoría mujeres. El 70 % de los visitantes del evento no renuncia a la carne, aunque la ha reducido en su dieta. «En la feria hacemos veganos. Gente que nos dice que entra comiendo carne y sale vegana o vegetariana. Hay mucha gente que se lo está pensando», explica. Con su activismo en positivo ha conseguido que cada vez más locales de hostelería en O Rosal incorporen platos vegetales. «Cuando vamos de restaurante mi familia ya nos dice que elijamos nosotros el local».
Y tiene tentaciones. Más bien, tenía. «Al principio lo veía complicadísimo. Cuando no lo eres, parece difícil. Siempre tendrás que acabar consumiendo un fármaco testado en animales y, a veces, te viene un olor que te recuerda a un plato de tu infancia». Para esos momentos de debilidad en los que la traiciona el subconsciente, tiene un truco: «Pienso en qué parte del animal es esa comida y se me quitan las ganas».
Su canción favorita
«Equidad», de Connie Isla. «Esta canción habla mucho de lo que implica esta forma de alimentarse y de vivir. La mayoría lo hacemos porque conectamos con el sufrimiento de los animales. A mí me encanta que me pregunten del tema si es con intención de aprender y si la gente tiene la mente abierta».