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Ahora el mandil de la abuela es hipster

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miguel souto

DESDE LALÍN Y CON DISEÑOS EXCLUSIVOS  Moda gallega con sabor a campo y a abuelas haciendo el cocido del domingo. Dicen sus seguidores que lo tradicional no es que vuelva... es que nunca se va. 

12 sep 2015 . Actualizado a las 09:16 h.

El mandil gallego, el de siempre con cuadritos multicolores, es tendencia. Y no solo eso: es el camino hipster que acerca la moda y el comercio justo. Una empresa de Lalín comercializa unos diseños que se hacen bajo pedido y que se pueden personalizar para cada usuario. Cada uno cuesta 89 euros, pero hay posibilidad de descuentos para colectivos o empresas que quieran apostar por esta prenda que dice mucho del que la lleva. Puede que tenga más recorrido que las archifamosas camisas de cuadros de leñador, porque hasta hay filosofía de vida tras la revisión de este delantal.

La prenda trae recuerdos de faena y de hospitalidad. De hecho, los tres integrantes de la empresa gallega que la recupera, Moda de Actuar, explican que es un homenaje a las mujeres que te invitan a café y no te dejan marchar hasta que cenas; a las que te ofrecen un remedio casero antes que una aspirina; a las que comparten más de lo que tienen. Y, en esencia, es una declaración de principios de naturalidad.

CRUZADO MÁGICO

Como no podía ser de otra manera, las nuevas versiones de esta prenda conservan su modo de atarse cruzado y traen dos botones laterales que permiten llevarla con cuello mao o en pico. El mandil básico es negro, sobre el que va el famoso estampado en cuadritos. Aunque el primer encargo que recibió esta empresa de Lalín lo hicieron en marrón chocolate, y fue para las tres responsables de Granxa Maruxa, un espacio en Monterroso que presume de cuidar a vacas felices en una explotación pintada de colores. Su producto estrella son las maruxas, unas galletas que han recibido muchos premios gastronómicos y están cargadas de sentimientos. Moda de Actuar no podía haber soñado con mejores clientas: el patrón para cada una de ellas (Marta, Merce y Chus) se hizo de acuerdo con sus tareas, por eso las que pasan más horas en la cocina tienen un modelo de manga corta. Pero en su página también podemos ver el look masculino, con chicos de barbas hipster que se los ponen con vaqueros. El preferido de los tres diseñadores es el naranja: «O laranxa é unha cor alegre, fresca e chea de enerxía e é a cor do vivo da nosa primeira chaqueta, así que cremos que é a cor que mellor nos identifica», cuenta Milmañas Lucas, el diseñador, que presenta a la modista, Yolanda Cachena, como «fada madriña», y a su relaciones públicas, Marián Rodríguez, como «transmisora de soños».

PRECIO VARIABLE

Los tres confiesan que lo que más les costó fue fijar el precio para unos batines que tienen una carga emocional importante, que se hacen de forma artesanal y que tienen vocación de convertirse no ya en un clásico, sino en una prenda cariñosa, de las que hacen sonreír cuando se abre el armario.