Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Los 27, la edad del amor

YES

XOAN CARLOS GIL

Una doctora de la Universidad de Londres dio con la fórmula: si quieres pasar por el altar antes de los 40, debes desechar a las parejas que tengas hasta los 27 años. Hablamos con una que los ha cumplido... y está a punto de casarse 

13 mar 2016 . Actualizado a las 21:22 h.

Hay fórmula para el amor. O eso parece. Resulta que la odisea de encontrar a la pareja definitiva queda zanjada con unas cuantas operaciones matemáticas. Así lo asegura la doctora de la Universidad de Londres Hannah Fry, que se atreve a decir cual hechizo de Disney que nadie encontrará a su media naranja hasta que cumpla los 27. Si quieres seguir su fórmula, tendrás que hacerlo a golpe de porcentaje y descartar a todas esas personas que conozcas durante el primer 37 % de tu vida romántica. Si quieres pasar por el altar -o formalizar tu relación- antes de los 40, más te vale dejar atrás a las parejas que tengas entre los 15 y los 27 años.

Al parecer, con esas personas lo que hacemos es solo tantear. Gracias a ellas aprendemos a diferenciar lo que nos gusta de lo que no, por lo que acabamos con una idea más o menos clara de lo que buscamos en nuestro compañero de vida. La teoría de la parada óptima, como se dio en llamar la fórmula de la doctora Fry, permitiría saber cuándo plantarse y retener a la persona idónea. Y las matemáticas, con su lógica aplastante, concluyen que lo que tenemos que hacer es quedarnos con la próxima persona que irrumpa en nuestras vidas y que, sencillamente, sea mejor que los amantes anteriores. Así, como quien cambia de bolso. ¿Pero es tan sencillo? 

El psicólogo Manuel Lage ve los 27 como una edad óptima para establecerse en la relación sentimental, pero se muestra escéptico con aplicar ecuaciones a una cuestión tan personal. «Utilizar una fórmula para esto es chocante, cuando menos, aunque hoy en día se utilizan para casi todo. Pero yo creo que la cosa es más romántica y no podemos ceñirnos a la frialdad de los datos», apunta. 

Como en todo, en el amor existe una parte genética y otra física que no contemplan las matemáticas. Lage es claro: «Cada uno de nosotros tenemos factores genéticos que nos programan para que nos guste algo. Además, el cerebro sigue madurando hasta los 22 años, por lo que igual es mejor que no tomemos decisiones demasiado drásticas ni trascendentales antes de esa edad. Siempre ha sido así, aunque la demanda ambiental ha cambiado. Crear una familia ya no tiene por qué ser un objetivo vital». 

Entonces, ¿qué tiene que decir de los 27 años como edad del amor? «Es una buena edad. A partir de los 25 el organismo está desarrollado, es la plena madurez, e incluso en el caso de las mujeres ya tienen una etapa madurativa anterior. Aunque falte experiencia, la estructura de la personalidad está completa y tenemos las condiciones cognitivas y emocionales formadas. Los 27 son un buen momento para asentarse y tener una relación sentimental plena», asegura.

«Sabes lo que quieres»

XOAN CARLOS GIL

Solo nos faltaba un ingrediente: la pareja de los 27. Y la buscamos. Ángeles Fernández y Pablo Vázquez son de Verín y viven en Vigo. Tienen 27 años y van a casarse este verano. ¿Qué piensan de la fórmula de la doctora Fry? No dudan que han encontrado la edad de la felicidad. «Nosotros tuvimos parejas anteriores. En ese momento estás más en los mundos de yupi, pero luego ves más lo que quieres. Empecé con Pablo como amigos, fue todo muy progresivo, pero cuajó y nos casamos el 13 de agosto», cuenta Ángeles, que como buena administrativa está encargándose de todos los detalles de la boda. «Estamos bien, sabemos lo que queremos, y queremos que ese día estén todos los que tienen que estar. Si esperamos más, igual no podríamos decir lo mismo», asegura la novia.

¿Y el novio? ¿Unas palabras? Pues dice que cuando conoció a Ángeles no se imaginaba nada de esto, pero a día de hoy está más que seguro: «No creo que la boda sea ni precipitada ni tarde, me parece el momento justo. Sí, creo que los 27 son una buena edad para plantearse pasar por el altar», dice Pablo. Sea idóneo el momento o no, no se esfuerza en disimular lo que siente: «Yo lo que veo es que somos cien por cien compatibles, antes de decir algo ya sabemos lo que está pensando el otro. Me da tranquilidad, serenidad, confianza y ganas de compartirlo todo con ella y de dar ese paso. Con otras personas no sentí eso? pero yo necesito a Ángeles conmigo». ¡Pues que vivan los novios! Porque ya tantearon, han alcanzado la «plena madurez» y comerán muy felices perdices a los 27, sabiendo que el buen amor comienza justo a esa edad.