¿Rosso o Bianco? ¡Los dos y punto!

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MARCOS MÍGUEZ

POR QUÉ RENUNCIAR A UN SABOR... cuando puedo tener los dos en el mismo vaso. Y no, los fans de esta bebida no son colchoneros, solo buscan rebajarlo un poco. Sí, echándole más leña al fuego.

04 jun 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

A veces las marcas, sobre todo las de bebidas, nos ponen en una importante tesitura. Todavía recuerdo el anuncio de hace unos años que te obligaba a elegir entre Kas Naranja o Kas Limón. ¿Y tú de quién eres?, te preguntaba la voz en off que salía de la pantalla. Cierto que cuando no queda otra uno tiene que tomar esa decisión, similar a la de qué polvos le echa a la leche, pero cuando no es absolutamente necesario, ¿por qué hay que renunciar a un sabor? En esta situación se encuentra el rey del aperitivo. Ya hay quien no se decanta por el Martini Rosso o por el Bianco, sino que los combina en el mismo vaso. Pero os sorprenderá el porqué: (no, no son seguidores del Atlético) es para hacerlo más suave. Esta variación del Martini, una mezcla de partes iguales de vermú rojo (dulce) y blanco (seco) se convierte en la mejor opción para aquellos que huyen del sabor clásico.

Según nos explica Antón Sáez, hostelero coruñés propietario de Abica o Le Tavernier, la mayoría optan por esta opción porque quieren disfrutar del sabor del vermú rojo aunque a la vez les resulta un poco fuerte, así que para rebajarlo, sí sí para hacerlo más suave, le echan más alcohol. Esto, por supuesto, no se te ocurra hacerlo con el whisky y vodka, o ginebra y ron, es una fórmula que solo funciona con dos hermanos gemelos, como son en este caso, el Martini rojo y blanco. Para que te hagas una idea, es como el que está empezando a darle a la cerveza y se pide claras. Esto les dura una temporada, porque en cuanto le cogen el gustillo las cañas les entran una detrás de otra, y no quieren ni oír hablar de la gaseosa o del limón. Otros, sin embargo, simplemente lo mezclan porque les gusta más el sabor de ambos a la vez.

CON NARANJA O LIMÓN

El vermú es un viejo conocido del aperitivo y se ha acomodado tanto en esta franja horaria que incluso ahora se ha prolongado hasta la comida. «Cada vez se pide más, ha tenido una subida importante, y sí es cierto que mucha gente lo está pidiendo mucho para comer con él», explica Antón. En las terrazas que controla este coruñés en A Coruña las botellas de uno y otro bajan a la par los fines de semana, aunque sí reconoce que el rojo, el de toda la vida, se sigue sirviendo más que el blanco. El de color transparente parece que ha dejado atrás su época dorada. «Antes combinado con limón era una bebida muy solicitada sobre todo por las chicas porque tenía un sabor más suave que una copa, en cambio ahora parece que se decantan más por los gin tonics». Otra combinación que tuvo su momento de gloria fue la del chispazo, seguro que te sonará el anuncio, aquella mezcla de Martini rojo con media cocacola, aunque también ha perdido gas.

No hay como la experiencia para adquirir conocimientos, así que será de tanto beber que la gente se ha vuelto experta en la materia, y mientras antes llegaba con aquello de «para mí un vermú», ahora van más allá y lo piden por marcas. Sobra decir que Martini se lleva la palma de oro (igual el chico del anuncio tiene algo que ver), pero hay otras como Izaguirre, o las gallegas Petroni o Nordesía que le vienen pisando los talones.

Donde hay poca alternativa es en la preparación. Un vaso bajo, un poco de hielo, y naranja o limón en función de si es rojo o blanco. Ahora bien si lo mezclas... ¿qué le pones, naranja o limón?