Protagonista de la película «El Destierro» y con un papel en «Mar de plástico», esta actriz polaca tiene todas las papeletas para ganarse un hueco en la escena de este país, donde «se vive mejor que en ningún sitio», dice. Vino por amor, y le salió bien.
19 nov 2016 . Actualizado a las 05:30 h.Treinta y cuatro años, dos hijos -uno de doce y otro de cuatro- y una prometedora carrera como actriz. Ese es el resumen de la vida de Monika Kowalska, que cambió por completo cuando se fue a Estados Unidos, conoció al que sería su marido y se vino con él a España hace ya catorce años en contra de toda su familia. A un curso de acabar Filología Hispánica «con un 9,9 de media», esta belleza nórdica que dice haber vivido unos cuantos momentos duros no se quiere mover de aquí.
? Haces de tía dura en «El Destierro».
? Sí, hago de una brigadista polaca que viene de Polonia a España luchando por sus ideales. Es una chica joven, inteligente, manipuladora y aquí está casada en Ávila con dos soldados del bando contrario. Ahí es cuando empieza toda la historia, porque cuando ella se recupera de sus heridas utiliza todo lo que sabe y puede para sobrevivir. Es una película sobre relaciones humanos en un contexto de guerra. Podría ser cualquiera, pero la rodamos aquí y se trata de la guerra civil. La película es de unos jóvenes en circunstancias llevadas al límite.
? ¿Tienes tú esa dureza?
? Bueno, cada uno tiene su vida con sus durezas y dificultades en algún momento. Yo he tenido muchas, pero he preparado el personaje desde el principio. De hecho, en la mitad del rodaje murió mi abuelo y no me podía ir a Polonia. Estaba muy apegada a él, porque me ha criado, y la verdad es que todas esas durezas, cuando pasan, yo las intento utilizar a favor del personaje porque ya no puedes ayudar ni hacer nada. Lo único que puedes hacer es convertir tu dolor en arte. Obviamente en cuanto acabé, fui. Pero bueno, lo que nos pasa en la vida yo lo convierto en arte en mi trabajo. Unos pintan, otros escriben poemas, otros van al psicólogo... Y yo lo utilizo para el trabajo.
? Hace 14 años que viniste a España. ¿Qué te trajo y qué tiene este país para que digas que aquí se vive mejor que en ningún sitio?
? Tú eres de Galicia, ¿verdad?
? Claro
? Pues te voy a hablar de Galicia, y de cuál es el lugar que me gusta. Primero te digo que lo que me ha traído aquí es el amor. Conocí a mi marido, que es español, en Estados Unidos, porque me fui allí con 18 años de mi ciudad y en contra de toda la familia, básicamente para aprender el idioma y para encontrar mi lugar en el mundo. Y me ha salido bastante bien, he encontrado gente maravillosa. No era mi plan en principio.
? A veces es mejor no tener plan.
? Sí. Llevo ya tantos años que pronto voy a hacer la media vida. Aquí he encontrado amigos muy buenos, de estos que les puedes despertar a las tres de la mañana si te hace falta. Luego la comida está riquísima, el sol, el clima es maravilloso, y más para mí, que soy muy friolera. Y Galicia es uno de esos lugares a los que me gusta mucho ir, voy mucho a Guitiriz. Voy al spa y me recuerda mucho a Polonia. Es mi lugar que, cuando no puedo ir allí, me voy a Galicia y me siento como en casa por el bosque, la lluvia... Todo lo que hay en Galicia me recuerda a mi tierra, y ese es mi lugar relajado.
? O sea, que allí nos podemos encontrar a una chica de la tele. «Doctor Mateo», «Hospital Central», ahora «Mar de plástico»...
? Sí, la verdad es que es cuestión de estar ahí siempre, preparada, y también de tener algo de suerte, porque hay muchos actores que están ahí pero si no te llega ese papel, no puedes hacer mucho. Bueno, puedes intentar crear cosas y hacer nuevos proyectos. Cuando no tengo trabajo intento escribir algo y hacerlo con mis amigos actores y actrices, pero creo que he tenido bastante suerte, especialmente para obtener el papel protagonista. No es fácil, y más en el cine. Y luego la televisión te da mucha difusión, es un medio muy bueno para meterse en casa de cada uno, te da mucha popularidad, la gente te ve...
? Es más fácil que en el cine.
? En un capítulo de Mar de plástico parece que la gente te conoce más que por las tres películas que acabo de rodar. Es más complicado ir al cine, y más aún si pasa por ejemplo como en El Destierro, que no está en todos los cines y tienes que buscar uno independiente. Pero siempre digo que el medio es lo de menos.
? Siempre te dan papeles de polaca o de rusa, pero con lo que dominas el idioma bien podrían darte uno de española.
? Ojalá, ojalá llegase. Lo hice estudiando mucho, los primeros dos años me pasé ocho horas al días estudiando español, cuando llegué no sabía ni una palabra. Estudié la carrera en España, hice Arte Dramático, y después ya rodando en Doctor Mateo empecé Filología Hispánica. Fue por placer porque me gusta mucho, había literatura, cultura, latín... Me gustan mucho los idiomas, y quería aprender la base del español. No conseguí terminarla, fíjate que la hice durante dos años, me quedaba uno y no pude porque tenía un momento de demasiado trabajo y era mucho esfuerzo, pero aún así tenía un 9,9 de media, eh.
? Entonces eres una mujer diez.
? Es mucho por el hecho de estudiar los guiones, la costumbre y el tener la memoria más ejercitada. Como no era una cosa de trabajar en eso, simplemente era por crecer y desarrollarme más, no lo he terminado. Pero a veces pienso: «Ojalá termine algún día la carrera».
? ¿Manías durante el rodaje? Creo que hablas sola, ¿qué te cuentas?
? Sí, aunque más bien es cuando preparo el rodaje. Normalmente en el coche estoy ensayando, y en avión también. Siempre estoy como hablando sola, pero ahora mismo como hay tantos manos libres ya no llama tanto la atención como hace unos años ja, ja, ja. Ya nadie me hace caso, y cuando me ven pensarán: «Bueno, estará hablando por teléfono». No solo ensayo el texto, que ya lo tengo más que aprendido, son más los pensamientos, la situación...
? Y me dijeron que eres un poco supersticiosa.
? No soy capaz de pasar por debajo de una escalera, me propongo un día pasar, pero pienso: «¡No, voy a estar una semana pensando que me va a dar mala suerte!» ja, ja, ja. Prefiero no hacerlo porque los pensamientos tal cual se piensan, se cumplen. En mi caso se cumplen instantáneamente. La mente es muy potente. También me atraen los amuletos, que te ayudan y te hacen más creativo. Pero luego me gustan los gatos negros y no me pasa nada con el trece ja, ja.
? Te gusta la moda pero, ¿la sigues?
? Sí, me gusta mucho, pero eso no significa que la siga demasiado. En mi vida diaria lo que más destaco es la comodidad, porque tengo dos hijos. No los recojo en el cole en tacones, maquillada ni muy puesta. En los estrenos me encanta arreglarme, pero en el día a día soy sobre todo mamá.
? En tu cumpleaños soplaste con una vela en forma de interrogante. ¿Algún problema con la edad?
? Tengo 34. De hecho siempre lo celebro con un número, pero este año encontré esa vela y me hizo mucha gracia y pensé: «Bueno, igual a partir de los treinta y tantos hay que parar ahí» ja, ja, ja. Pero qué va, era broma y no tengo ningún problema con la edad. Fíjate que con 34 tengo un hijo de 12 años y otro de 4. Yo siempre he empezado muy pronto, y además han sido planificados los dos. Siempre quería ser mamá , y tengo que decir que todo esto no me está frenando para trabajar, porque como tengo tanta ayuda en casa, lo más importante es que mamá sea feliz. Y mientras trabajo en lo mío, lo soy. Además mi abuela no tiene ninguna arruga, y así espero seguir yo, a ver si me ha pasado todos los genes y acabo igual que ella.
? «La Corbata» es un corto escrito y dirigido por ti.
? Empecé a escribir porque quería producir. Yo tenía la idea de qué es lo que quería sentir al leer el guion y lo que quería que sintiese el espectador al verlo, pero no encontraba ninguna. Un día vi un titular que me llamó la atención y salió muy fluido. Después decidí dirigir para no desapegarme del guion. Así hice el proceso del principio al fin. Ahora estoy en postproducción, que es la parte más complicada, y espero sacarlo en el 2017. La corbata es un símbolo de superación, de actitud ante la vida, de superar tus propios límites interiores.
? También eres muy deportista.
? ¡Era! No tengo tiempo ni ganas últimamente, estoy a ver si busco alguna motivación para volver a hacer deporte porque lo necesito, y antes estaba muy en forma. Para El Destierro entrené tanto que tenía el cuerpo muy fibroso. Hacía deporte cinco veces a la semana, cuatro días crossfit, que es muchísimo, y uno halterofilia. Ha sido tremendo, tuve unas agujetas increíbles. Cuando acabé el rodaje, lo dejé todo y pensé: «Ya no quiero más agujetas en mi vida». Últimamente por la falta de tiempo lo dejé, pero es casi mi propósito más cercano volver a engancharme al deporte.