¿Cómo les doy el dinero?

Carla Romero

YES

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EL SOBRE SE HA QUEDADO ATRÁS, casi tanto como la lista de bodas. Los expertos nos dicen qué se estila en tiempos en los que los novios ya no necesitan ajuar.

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:15 h.

Todos sabemos que los novios de hoy, salvo excepciones, viven juntos antes de casarse. Hasta aquí ninguna novedad. Pero esta realidad que está ya tan extendida sí que ha traído algo nuevo en cuanto a la ingeniería de bodas se refiere. Los valientes que dan el paso de meterse en este embolado ya tienen muebles, se han comprado su propio ajuar y llegan a la boda sin más necesidades que el hacer algo de peto. ¿Cómo plantearlo sin herir sensibilidades? ¿Está extendido el número de cuenta o sigue siendo objeto de debate? Preguntamos a los que saben, y para eso nadie mejor que hablar con alguien que se dedica a organizar bodas. «Lo del número de cuenta es lo que más se está haciendo en estos momentos, es un debate que ya está superado y una solución práctica para las dos partes», asegura Rocío Vázquez, de Luz Verde. Vale, primera duda resuelta. Si necesitas dinero, puedes indicarlo sin sentir remordimientos. Ahora bien, ¿cómo? No vale todo.

La wedding planner tiene claro lo que debemos hacer, pero también lo que no: «Lo mejor es tener una tarjetita aparte de la invitación, pero no debe ser la típica tarjeta de visita en la que solo viene el número de cuenta, porque puede parecer frío. Lo ideal es que vaya acompañada de un texto en el que los novios indiquen que lo más importante para ellos es la presencia del invitado, pero que si quiere puede hacer un regalo en ese número de cuenta». Una manera de dejar claras tus preferencias poniendo por delante que lo que realmente te importa es celebrarlo con esa persona. Otra fórmula cada vez más extendida, aunque solo apta para los invitados que están familiarizados con las nuevas tecnologías: «Muchos novios hacen una página web en la que cuelgan toda la información de la boda y en la que hay un apartado específico para eso. Así los invitados saben cuál es el destino del dinero que regalan», señala Rocío. Lo que tiene clarísimo esta profesional es que nunca debemos ir con el dinero en el sobre, y mucho menos el mismo día de la boda. «Eso jamás, más que nada por practicidad. En ese momento los novios están a otras cosas, pendientes de mucha gente. ¿Quién se responsabiliza del sobre? ¿Qué haces con él?», señala. La experta en protocolo Mar Castro tiene una solución de emergencia para estas situaciones.

A LA CAJA FUERTE

«Ese día no hay donde meter el dinero, por lo que una buena idea es preguntar al restaurante si tienen caja fuerte y que un familiar directo lleve una cajita en la que guardar los sobres cerrados para dejarla luego dentro de la grande», dice Castro, que tampoco es partidaria de los sobres y defiende más la lista de boda en grandes superficies donde los novios puedan elegir desde artículos de hogar hasta viajes, si lo necesitan. Aclarado el cómo, vamos a preguntar por el cuándo. La antelación, dicen ambas, es buena. «No hay que esperar al propio día ni a los últimos, porque no es momento de estar pendientes de eso. Lo ideal es hacerlo cuando queden dos meses para la fecha y, como mucho, esperar hasta los quince días previos, no más», precisa Castro. Rocío está de acuerdo, pero advierte de que últimamente la gente suele dejarlo para el final: «Los invitados están tendiendo, por lo general, a dar los regalos a última hora».

Acabemos con un tema aún más peliagudo y abordemos el cuánto. ¿Hay una media? No es exactamente así, pero la wedding planner nos cuenta que, por su experiencia, hay una norma no escrita: «Está interiorizado que debemos regalar aproximadamente el coste del plato». ¿Alguna referencia? «A partir de 150 euros por adulto suele ser lo habitual, aunque habrá quien dé más y quien aporte menos», detalla. Que cada uno dé lo que pueda o regale lo que quiera. Al fin y al cabo, ya estás invitado. Y lo han hecho sin saber cuál va a ser tu regalo.

CÓMO, CÚANDO Y CUÁNTO...

1 Nada de sobres

Está superado y resulta un incordio tanto para el que regala como para el que recibe. Por supuesto, no se llevan el día de la boda.

2 Con antelación

De dos meses a quince días antes de la boda. Este debe ser el plazo en el que debemos regalar, sin esperar a que nos pille el toro.

3 La media

Existe un pacto no escrito: pagar el plato. La referencia por adulto, dicen los profesionales, es de 150 euros en adelante.