LOS EMOJIS SE NOS VAN DE LAS MANOS y puede ser antipático usar un solo ! Somos hijos del exceso en la conexión por WhatsApp. Los expertos dicen cómo no pasarse de rayos sin quedarse atrás ;-)
06 may 2017 . Actualizado a las 05:05 h.Un reto. Busca tres personas que acaben un wasap en punto final. Es rareza en ese mundo de lo inmediato, que tiende a excederse en la exclamación, para que quede claro el entusiasmo en la conexión virtual. «Usamos las exclamaciones con una función enfática, pero si enfatizamos demasiado, todo el rato, el mensaje pierde eficacia», advierte Mar Castro, consultora en comunicación digital. El mundo WhatsApp se ha vuelto tan !!!!!!!!!! en su día a día que la admiración puede perder intensidad real, autenticidad. ¿O más es más?
Lo primero es tener en cuenta el medio en el que escribes, aunque las fronteras se diluyan bajo el chaparrón de emojis. Hay que diferenciar un correo electrónico de una red social y del WhatsApp, dicen los expertos. El chat del bocata verde se come artículos, comas, preposiciones, todo lo superfluo en ese medio de comunicación instantánea -«entendiendo por superfluo eso de lo que se puede prescindir sin que cambie el sentido del mensaje», apunta Mar-. Los porqués se han quedado en xq, nos damos bss sin vocales... pero nos pasamos en muaksssss. En esta fijación con la economía lingüística que nos inculcó el SMS perdemos el gusto por la textura de algunas palabras. Pero tb compensamos el ahorro léxico con un universo emoji en expansión, siiiiiiis que NO se acaban y un júbilo admirativo que en muchos casos contrasta con la parquedad de la conversación real. «Un ‘siiiiii, ya voyyyy!!’ puede compensar en WhatsApp las carencias de comunicación no verbal, pero no procede en un correo», afirma Mar. «Extrapolar el lenguaje de WhatsApp a cualquier otro medio es un error».
En esta explosión emocional con jeta de emoticono, hay quien constata que usar un solo signo de cierre puede verse ya como una señal de apatía emocional. ¿Es así? «No lo creo...», dice Mar. «Eu non sei cantos signos de exclamación uso, pero presiono a tecla un par de segundos...», confiesa Manuel Gago, profesor de la Universidade de Santiago especializado en medios digitales. «Todo depende de lo expresiva que sea la persona que escribe. Si no lo es, no se le puede pedir que se muestre así en un entorno digital», apunta Mar. En cualquier caso, a la pregunta «estás bien?» no responde igual un «sí!» que un «sí!!!». Y si sumamos al afirmativo un par de caritas sonrientes, el que nos lee aún nos ve mejor. Aunque no lo estemos tanto...
«Ten que ver co canal, coas opcións do canal para expresar o que queremos transmitir. En WhatsApp usamos moito o emoticono do riso e as bágoas, e en cambio na realidade non estamos todo o día rindo e chorando, non? Sería unha loucura! -explica Manuel Gago-. WhatsApp é un canal de rexistro formal que utilizamos de maneira informal para aproximarnos á conversación real». Cuando cargamos el registro de admiraciones y emojis estamos, según los expertos, intentando imitar la comunicación en vivo. ¿Lo conseguimos? «Moitas cousas magnifícanse, para ben ou para mal...». Ojo al destinatario en WhatsApp: ¿escribes igual al jefe que a un amigo? ¿Le envías a cualquiera la carita con beso o un guiño? Traspasemos la pantalla, ese espejo tras el que existe otro universo. «Imaxínate chiscándolle un ollo ao teu xefe no medio da conversación...», idea Manuel, que se cuida de advertir que el WhatsApp penaliza a su manera el exceso de emoticonos. El corazón solo late cuando es uno. Solo. Rojo. ¿No?
Cargar las teclas en WhatsApp «vén sendo como cando falabas coa avoa por teléfono e berraba para facerse escoitar», advierte Manuel Gago. También Mar Castro, que en la expresión nativos digitales cambia el nativos por huérfanos, invita a ir adelante mirando atrás: «Creo que estamos primando la formación tecnológica y obviando la educación sensorial, emocional. Y lo que nos diferencia es, sobre todo, la emoción». Ahora sí, arriba pulgares. Ya!!!