La playa de As Catedrais te da la hora

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ELLA PINTA GALICIA EN EL TIEMPO y la pone al alcance de tu mano. Mariángel Leal ha llevado el arte de la Galería Terra Branca de Ribadeo a Mallorca. «Tengo los colores del Mediterráneo y el intimismo gallego», asegura la artista.

02 sep 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

«Pintar es solo otra forma de escribir un diario». Las palabras de Pablo Picasso llegaron hasta las manos de Mariángel Leal. Unas manos que, llenas de esfuerzo y constancia, encontraron su sitio desde muy pequeñita y no han dejado de aprender.

Esta pintora barcelonesa con sangre gallega -su padre es de Lugo y esto le hizo tener un vínculo especial con Galicia- va llenando de color las páginas que forman y ordenan su día a día. Si muchos escritores dejan huella es porque las palabras siempre permanecen vivas, así que ella se lo ha tomado al pie y no de la letra, sino del color. Ya de niña jugaba con pinturas -su abuelo, su bisabuelo y sus primos eran pintores- y todos sus pasos están marcados y manchados de color, de alegría, de emoción. «Yo no he dejado nunca la pintura. Con 13 o 14 años empecé en la academia del Maestro Tárrega y después ya pasé por Bellas Artes en Barcelona», explica. Hoy, algunas de sus obras de arte están al alcance de tu mano. Mariángel pinta Galicia en el tiempo y ha convertido paisajes como el de la playa de As Catedrais en un reloj de pulsera.

Los relojes que diseña son edición limitada. «Los reproducimos según la obra pero tiene que poder plasmarse en ese soporte», explica Mariángel Leal, que, ante el éxito de la Galería Terra Branca en Ribadeo, que lleva su hermano José Ramón, decidió abrir una en Ses Salines (Mallorca).

Su relación con Galicia es permanente. «Todo gallego guarda un indiano en su interior, por eso decidí hacer una exposición de las Casas Indianas de Ribadeo. La cultura gallega me ha marcado mucho. Tengo los colores del Mediterráneo -la luz y el tono- y ese intimismo gallego», asegura.

Su especialidad es la pintura al óleo en torno a la comunicación: «Después de Bellas Artes, estudié Trabajo Social y me he centrado mucho en hacer arteterapia», explica. Ella vive en el campo, tiene su estudio en un molino y da clases de pintura, además de ayudar a descubrir en ella una forma de expresarse y abrirse al mundo. La inspiración, apunta Mariángel, está en las pequeñas cosas de la vida, pero «hay algo que siempre llevamos con nosotros vayamos a donde vayamos». Y eso, en su caso, es Galicia.