Mauro Fernández: «Si los padres no tienen un dominio real del inglés puede ser un error»

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ANGEL MANSO

Experto en bilingüismo, Mauro apunta que no hay problema en que el niño aprenda dos o más idiomas a la vez e indica que cuanto antes comience, antes asimilará mejor los aspectos fónicos y rítmicos. Aunque advierte de un posible cambio lingüístico.

03 feb 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Mauro Fernández es catedrático emérito de Lingüística de la Universidade da Coruña, donde ha desarrollado gran parte de su carrera dedicándose al estudio de las lenguas en contacto, las situaciones de bilingüismo o la sociolingüística. Con él hablamos de la penetración del inglés como lengua «materna» en Galicia, una realidad impensable hace unos años.

-¿A ti qué te parece que alguna gente empiece a criar en Galicia a sus hijos en inglés?

-Depende. Si para ti es antinatural, no te sale, y lo hablas deficientemente, de manera que cualquier hablante nativo te detectaría enseguida que eres de fuera, para mí sería un error. Porque tu niño no va a ser reconocido como nativo por ningún otro nativo. Dirán que habla inglés deficientemente. Como si escuchamos a un inglés hablando mal español.

-Pero puede haber padres que tengan mucha competencia en inglés, aunque no sean nativos.

-Sí, eso lo veo diferente. Si tienes una buena fonética, pasas por nativo, si le añades que además te llevas al niño a Inglaterra durante los veranos… En ese caso el idioma que aprende ese niño será como el de cualquier nativo, pero implica que tú sepas decir en inglés «llueve a cántaros» o «caen chuzos», que te sepas toda la lengua coloquial. Lo que se transmite por las familias es la lengua cotidiana y, si te falta eso, entonces se transmitirá un inglés deficiente que no va a ser modificado tampoco por la escuela, donde se aprende otro registro. Si uno es buen hablante de inglés, desde el punto de vista del niño, no hay problema.

-De fondo en esas estrategias hay un querer llegar antes.

-Sí, querer llegar antes y mejor. En mejores condiciones. Porque los padres creen que si lo aprenden desde que nacen va a ser mejor que si lo aprenden en la guardería jugando… Si lo aprendieran a los 15 años ya sería otra cosa, en especial en los aspectos fonéticos. La plasticidad del cerebro a esa edad ya no es la misma y la capacidad para establecer conexiones neuronales en el área del lenguaje ya no es igual. Cuanto más tarde va a ser más difícil aprenderla.

-¿Cuanto antes comiences el conocimiento de un idioma es mejor?

-Cuanto antes se comience el conocimiento de una lengua mejor eres en aspectos fónicos, aspectos rítmicos, que en inglés son importantes. Es mucho más fácil de adulto aprender léxico; nadie aprende de niño a decir ‘antes bien al contrario’. Pero nadie espera a adulto a decir ‘chove de carallo’, eso es lo difícil que domine un español no nativo. Si a eso le añades el control férreo que tienes que tener en esa enseñanza: si de repente llega otra persona, ¿qué haces? ¿Te escondes? ¿Dejas de hablarle en inglés? ¿Te pasas al español?

-¿Entiendes ese interés por el inglés?

-Sí, porque ese aprendizaje será más próximo al de los nativos. Otra cosa es si la necesidad del inglés que va a tener ese niño en un futuro requiere que tenga un inglés nativo o le es suficiente con tener un inglés extranjero como el que se tiene en entornos multinacionales. Si tú trabajas en Bruselas, por ejemplo, usas una especie de European English que no es el inglés nativo y no pasa nada. Los padres creen que va a ser una ventaja, pero a lo mejor lo es para casarse con una pareja inglesa, no para trabajar.

-¿Hay una obsesión por el inglés?

-Hay una presión externa, sí. Como la hay en los padres que hablan en lengua gallega y deciden que uno de ellos se pase al castellano. Esa decisión es por una presión externa. Y así empezó el cambio de lenguas. Los padres pueden pensar que esto con el español no va a pasar, que el español es una lengua muy importante y muy poderosa. Pero si esto va a más, irá con un ritmo in crescendo, porque estos procesos empiezan muy despacito y luego se produce una especie de avalancha. Llegará un momento en que le interese a todo el mundo que pueda hacerlo.

-Pero también hay gente que ha emigrado de adulta y domina el idioma.

-Sí, sí. Por supuesto, en muy poco tiempo, además, siempre y cuando estés inmerso en esa situación. Lo malo sería que tengas la necesidad del idioma para conseguir un trabajo. Eso forma parte de la presión, que te exijan un dominio del inglés para un puesto. Pero no suelen pedir un dominio nativo. De todas formas, cada padre es libre de enseñar a sus hijos en el idioma que quiera, por supuesto.

-Poca gente que hable español cría a sus hijos en gallego, pero los hay.

-Sí, pero la motivación es distinta. Nadie lo hace para que su hijo sea presidente de la Xunta. Aquí es un tema de conservación de la lengua; es una motivación ‘no dañina’, sobre todo porque la diferencia entre los dos idiomas es muy pequeña y no supone ningún esfuerzo para el niño aprender castellano por mucho que los padres le hablen en gallego. En el caso del inglés, yo no sé qué pensarían estos padres si viesen, por ejemplo, que el español va perdiendo hablantes a un ritmo acelerado. Si mantendrían esta estrategia o pensarían que eso de que el inglés llegue a ser la lengua habitual de España... Seguro que no lo desean, pero no pasaría nada. Ya ha sucedido en otros sitios. Tal vez generaría resistencia.

-¿Pero lo ves una posibilidad?

-La posibilidad siempre existe, la probabilidad depende de si este tipo de conductas proliferan. Desde luego, son el inicio de un proceso de este tipo. Yo en Tegucigalpa, ya en los años 70, me encontré a una chica que venía de hacer la carrera en EE. UU. y que nunca había escrito nada en español, escribía muy bien el inglés. Los pijos de Tegucigalpa hoy hacen gala de su magnífica fonética en inglés mediante el code switching constante [alternancia de inglés y español], que es una exhibición de capital lingüístico. Que, por supuesto, quieren que sus hijos hereden, por eso los mandan a colegios monolingües en inglés, los llevan a Miami, estudian en universidades de EE. UU., etcétera. El español allí es una lengua que no está tan valorada. Porque la visión que tenemos desde aquí no es la misma que se tiene desde allí. La lengua que cuenta allí es el inglés, y si el español desaparece, pues no pasa nada. También desaparecieron otras lenguas indígenas. Es el inicio del mismo proceso que llevó a la desaparición de las lenguas celtas por el latín aquí, es decir, ya ha pasado muchas veces. Y creer que aquí no puede pasar; pues justamente pasa cuando este tipo de conductas se convierten en habituales.

-Cuando en Galicia se empezó a dar ciencias naturales en gallego, los padres ponían el grito en el cielo: ‘encoro’, ‘río Texo’. Ahora dan Science en inglés y le ponen un profesor al niño.

-Efectivamente. Ante el inglés no les importa nada, al contrario. Una asignatura como Science en inglés no se puede decir que no sirva de nada, pero tampoco sirve de gran cosa.

-Nada indica que sea mejor aprender un idioma primero bien y luego el siguiente, ¿no?

-No, no, no. Nada. Aprender dos idiomas a la vez no supone un problema, el niño pasa por una etapa que mezcla, pero a los 4 años ya debería diferenciarlos sin problema, claro que siempre va a tener una lengua dominante. Yo expondría al niño al inglés mediante diversos métodos, también en la guardería me gustaría que le hablasen en inglés y en gallego. Si sucesivamente supone esperar hasta los 14 años para que aprendan inglés, no lo haría, no esperaría.

-¿No es complicado decir ‘te quiero’ en un idioma que no es el tuyo?

-Sí, claro. Por eso yo optaría por algo intermedio. No me obsesionaría con hacerlo bilingüe de nacimiento, pero metería juegos en inglés, ahora hablamos esta hora en inglés, para que no sonara antinatural. Porque, claro, ¿cómo le haces el ‘cuchicuchi’ en inglés? Si te faltan esas expresiones, no eres nativo. Pero si te lo tomas como un juego, eso no suena tan antinatural.