Cuando se estrenó «Jurassic Park», Jota soñaba con hacer películas: «Las que fuese». El próximo jueves, 25 años después, estrena «Jurassic World: el reino caído», la cuarta entrega de la saga, «que le va a dar al público muchas cosas que no espera». El catalán se pone detrás de las cámaras de la mano de Spielberg, que sin duda tuvo mucho que ver para que esta vez sí aceptara un proyecto de Hollywood.
08 jun 2018 . Actualizado a las 15:32 h.Pocos directores pueden presumir de contar sus películas por éxitos. Juan Antonio Bayona (Barcelona, 1975) es uno de ellos. También ha sido el primer español en dirigir una superproducción en Hollywood. Steven Spielberg lo eligió para ponerse detrás de la cámara de la nueva entrega de la saga de Jurassic Park. Un proyecto que le fascinó desde el primer momento, no solo por trabajar mano a mano con una de sus referencias, sino por «hacer una película de aventuras después de tres intensas».
-«Jurassic World: el reino caído», ¿preparado para hacer historia?
-Para eso nunca está uno preparado, uno intenta hacer la mejor película posible y luego siempre hay un componente de suerte que a uno se le escapa.
-Tus películas siempre nos tocan los sentimientos, la fibra, ¿este será un parque de emociones?
-Yo creo que la gente se va a sorprender mucho con esta película, creo que de alguna manera le va a dar lo que el público espera, lo que quiere, pero le va a dar muchas cosas que no espera, y creo que ese es el reto de hacer una buena secuela. Ser fiel a la franquicia, al ADN de la película, pero también llevar la historia a un lugar donde el público no espera.
-¿Es muy diferente a lo que has hecho hasta ahora?
-Sí, evidentemente. Es una película muy definida, muy clara, todo el mundo sabe lo que es una película de Jurassic Park o Jurassic World, pero sin embargo, hay muchas otras cosas que la gente va a reconocer que están presentes en mis otras películas, no solo en Lo Imposible, donde había un tsunami, sino también en Un monstruo viene a verme, en que había criaturas gigantes y hay bastante suspense en esta película, como en El Orfanato.
-Cuando se estrenó «Parque Jurásico», tú tenías 18 años... ¿Recuerdas cuándo fuiste a verla al cine?
-Claramente, y recuerdo el momento de ver por primera vez un dinousario con ese nivel de realidad en pantalla y estar en shock. Ser consciente de que a partir de ese momento cualquier cosa se podría ver en la pantalla de una manera tan realista.
-Ni se te pasó por la cabeza en aquel momento que acabarías haciendo tú esos dinousarios...
-No, evidentemente. En ese momento yo soñaba con hacer películas, las que fuese, pero no Jurassic Park.
-¿Cómo ha sido trabajar con Spielberg?
-Ha sido una experiencia enriquecedora, ha sido una de la razones por las que he querido hacer esta película y ha sido fantástico sentarse a hablar de las escenas, de los planos, escuchar sus ideas, que él escuche las mías, que haya respondido de forma tan satisfactoria a todo lo que yo le planteaba. Ha sido una de las cosas bonitas que me llevo de este proyecto.
-¿Dejaba margen para que hicieras y deshicieras a tu gusto?
-Sí, sí. El trabajo de Spielberg en esta película ha sido muy parecido al de Guillermo del Toro en El orfanato, una persona que te apoya constantemente, te hace sentir cómodo y que no resulta para nada invasivo, no impone para nada sus ideas, y se agradece cuando tienes una película tan grande que el jefe no imponga su criterio.
-Y si te pidiera ayuda para terminar «Indiana Jones»...
-Pues yo se la prestaría encantado....
-El hecho de que estuviera Spielberg fue determinante para que dijeras que sí ahora, porque anteriormente ya habías dicho que no a Scorsese...
-Era una de las razones interesantes para decir que sí, pero no era la única. Me apetecía mucho después de hacer tres películas intensas como El orfanato, Un monstruo viene a verme o Lo imposible, hacer algo más de aventuras, más destinado a la diversión y a toda la familia.
-Has hecho tres películas, tres éxitos rotundos. ¿Es como estar siempre en la matrícula de honor? ¿Es una presión añadida?
-Yo tengo un amigo, que es también artista, que siempre dice que tenemos un nivel que a veces estamos un poquito más arriba y a veces estamos un poquito más abajo, pero que tenemos un nivel y lo intentamos siempre mantener. Esta profesión tiene mucho de suerte también, y llegar a una localización y que te llueva te puede estropear toda la secuencia o una parte de la película. En principio, yo intento no obsesionarme con el nivel de calidad, ya me obsesiono bastante con la historia y con el trabajo que tengo cada día delante de la cámara.
-Cuando uno va al cine a ver tus películas parece que siempre hay deberes, siempre dejas que salga de la sala reflexionando.
-Sí, sí, efectivamente, y creo que esto es precisamente lo que define al cine hoy en día, que se compara tanto con la televisión, creo que el cine sigue siendo una manera de contar historias donde se deja al público un gran espacio para la interpretación y que la película siga creciendo en tu cabeza. En la televisión está todo un poco más explicado, y más en la superficie, en cambio en el cine hay todas esas capas para que uno se vaya a casa pensando en lo que ha visto.
-Otro denominador común de tus historias es la fragilidad de la vida ó como siempre acecha la muerte, esa delgada línea que hay entre estar o no estar. ¿Qué te hace moverte en este hilo?
-Realmente no sé lo que me hace moverme en él, pero sí sé que me siento cómodo. Es un mundo que me atrae, al que acabo recurriendo una y otra vez, esa idea de entrar en contacto con las incertidumbres de la vida, y como uno se da cuenta de la posición que ocupa en el mundo es algo que me gusta, y vuelvo con frecuencia en las películas que hago.
-La relación madre-hijo siempre está presente, ese vínculo especial... ¿Te viene de casa? ¿Lo tienes muy marcado?
-No sé de dónde viene, pero me sigue atrayendo el seguir rascando. No hay un plan preconcebido, es adonde te lleva una película... Evidentemente existirá alguna razón de por qué lo hago, creo que siempre es más interesante seguir escarbando, y seguramente no encuentre nunca la solución, pero creo que el hecho está en seguir buscando qué significa.
-Eres el maestro de sacar la parte humana a todo. A una peli de terror, a un monstruo... Ahora a los dinosaurios, ¿eres una persona muy sentimental?
-No confundiría la emoción con el sentimiento. Creo que sí que es verdad que a la hora de afrontar las historias, más que obsesionarse con las ideas, lo que lidera siempre el proyecto son las emociones. Me interesa mucho siempre explorar el tipo de emoción, y cuando empiezas a trabajar en la historia es cuando empiezas a ver las ideas. Siempre me dejo llevar por las emociones y luego a medida que trabajas el guion, articulas las ideas.
-¿Hay algún título del cine español que pensaras por qué no se me ocurrió a mí?
-Uf, qué pregunta más difícil, porque seguro que alguna habrá, pero ahora mismo no caigo. Pero sí veo muchas películas que me gustan de la gente que admiro.
-Tienes un pie en España, otro en Hollywood, ¿es difícil mantener ese equilibrio?
-No, en realidad es un privilegio poder estar en esta posición y ¡ojalá pueda estarlo muchos años más! Es algo que no todo el mundo puede hacer, y me refiero sobre todo a los directores americanos que no tienen la suerte de poder venir a España a hacer una película, como yo la tengo, entonces creo que es interesante estar entre esos dos mundo de los que me enriquezco mucho.