Una boda siempre es especial, pero las que se celebrarán hoy, un poquito más. Nadie ha llegado aquí por casualidad, los que hoy se casan tienen tan claro con quién hacerlo como el día que querían para el enlace, el 18.8.18. ¡Vivan los novios!
20 ago 2018 . Actualizado a las 17:53 h.En YES tenemos la sensación de que hoy es el día con más bodas del año. Se dan tres factores que hacen que la fórmula sea perfecta, y la fecha una de las más, sino la que más, demandada del calendario. Sábado+agosto+número redondo= todo el mundo quiere casarse hoy. El padre Alonso, párroco de Liáns, confirma nuestras sospechas. «Normalmente os sábados teño unha voda ou ningunha, pero o 18 (por hoy) teño dúas», explica. Recuerda que hace siete años vivió una situación similar con el 11.11.11. «Estas datas son as favoritas pola superstición e por quedar unha data fermosa no almanaque», apunta. Más voces se apuntan a este día, que perfectamente podía ser rebautizado como Día Internacional del Enlace. «Tuvimos muchísimas peticiones, cuando nos llamaban y nos decían: ‘Me quiero casar’, les decíamos: ‘¿No será el 18.08?’. No contestaban, directamente se reían», explica Chema Cid, responsable de los pazos de Cela en Culleredo y Vilar de Francos en Carballo.
En esta casa solariega, la más importante de Bergantiños, se darán el sí quiero hoy Laura Vanessa y Carlos Manuel. Todavía faltan unas horas, porque llegados a este punto, si no lo hacen a las 18 horas les crujimos. «Teníamos que buscar una fecha que fuera a mediados de mes por el trabajo de Carlos, preferiblemente la segunda quincena, mirando vimos el 18.8.18 nos gustó la fecha y nos quedamos con ella», explica Laura. Y tanto que les gustó. Reservaron en el 2016 para no tener problema. Era una casualidad más que sumar a su historia. Nico, su hijo, nació el 17.5.17. «Mi abuela nos decía: ‘Pero por qué no os casáis ya, ahora que tenéis el niño’. Pero no, porque queríamos el 18.8.18 y seguimos esperando por esa fecha», cuenta la novia, que según a qué hora estén leyendo esta página, igual ya cambió de estado civil.
Laura sabe que es una fecha muy solicitada. Unos amigos suyos también querían el número redondo, que se lee como capicúa si agrupamos el 18 y lo leemos como un único numero, pero finalmente tuvieron que optar por otra, porque ya no había sitio. E incluso sus padrinos estaban invitados a la boda de otra Vanessa y otro Carlos (otra casualidad más) pero para no ponerlos en un tesitura cambiaron la fecha, renunciando a casarse el día más solicitado del año. El 18 está muy reñido, y Laura (nuestra novia) es consciente. De hecho bromea con la posibilidad de soltar el día a cambio de que el convite les salga gratis... «¡Que nos lo hubieran dicho! [Risas]. No, no, una vez decidido el día ya no», explica. Tampoco hay duda con el lugar de la celebración: «El pazo se ve desde casa de mis padres, así que lo tengo claro desde siempre». Viendo el historial de circunstancias ya está tramando algo para el 19.09.19. ¿Qué será? No se preocupen, se lo contaremos.
G&G y el número 18
Parece cosa del azar que el día en el que se publica el YES número 232 nos caigan encima de la mesa historias que parecen escritas adrede. Gemma y Germán se conocieron un 18 de mayo de hace cuatro años. El 18 de noviembre del 2016, él le pidió matrimonio. Al día siguiente de la pedida, Gemma rastreó el calendario en busca de opciones. Estaba convencida de ya no iba a haber sitio para el 2017, así que cambió de año. Si a esto le sumamos las preferencias: agosto; cerca del puente, para que los invitados de fuera no tuvieran problema; y que tenían algo especial con el número 18, solo sale un resultado: 18.8.18. Tenían claro que querían casarse en la Finca Montesqueiro. «No cogemos reservas hasta principios de año. Pero en general suele haber bastante demanda para los viernes y sábados de agosto. Para este en concreto si que nos dijeron que avisáramos si quedaba libre», explica Marcos Riveiro, responsable de eventos.
Era un 2 de enero del 2017. En las instalaciones todavía estaban recogiendo los restos de la juerga de Fin de Año. Con lo previsores que fueron sería raro que ya estuviera cogido el día, pero en una fiesta de Nochevieja todo puede pasar, incluso que alguien le acabe pidiendo matrimonio a otro alguien y que fijen la fecha en el mismo lugar para evitar arrepentimientos. «Yo tenía el mes y medio siguiente de mucho trabajo, sin días libres. Y dije: ‘No pierdo ese día por nada del mundo’. Dice que fue cosa de los dos, se nota que las clases prematrimoniales han hecho mella, pero acaba confesando: «A ver, las chicas siempre tenemos un poco más de voto en estas cosas», explica Gemma Rodríguez. Si el 2 reservaron la fecha, el 3 se la comunicaron a sus allegados. «No sé si hay invitados con más bodas ese día, supongo que alguna habrá, pero desde enero del año pasado todo el mundo sabe la nuestra, así que no hay excusas». G&G 18.8.18. «Queda superbien en todos los sitios que lo ponemos». Por ejemplo, en esta página del YES.